Todos los cristianos decimos tener a Jesucristo en nuestro corazón.
El tener a Jesucristo
en nuestro corazón debe ser mucho más que una simple frase de cajón.
Tener a Jesucristo
en nuestro corazón significa que es el quien actúa en nuestra vida, que nada
podemos hacer que él no nos autorice.
El acudir
de manera periódica aun lugar llamado templo no significa que tengamos a Cristo
en nuestro Corazón.
Como es tener a Cristo en Nuestro Corazón.
1. Ponemos
nuestros Dones al servicio de Dios a través de la congregación donde Asistimos.
V 2 b “Suba mi oración delante de ti como el incienso, El don de
mis manos como la ofrenda de la tarde.”
las personas que no tienen a Cristo en su Corazón asisten a los templos como
simples espectadores no quieren comprometerse con nada. No tienen tiempo, por
lo general lo único que hacen es criticar el trabajo de los demás. etc.
2. Lo que
más anhela es no hablar mal de los demás, siempre le pide a Dios que le ayude a
enmudecer cada vez que se disponga a hablar mal. V 3 “Pon guarda a mi boca,
oh Jehová;
Guarda la puerta de mis labios.”
2.1.
Jesucristo nos enmudece cundo queremos causar daño con nuestras palabras y nos
da Sabiduría para que lo que hablemos sirva para generar Vida.
2.2.
Sus palabras son como bálsamo en las heridas del alma de los demás. Da ánimo al
caído y fuerzas a quien las ha perdido.
3. Cuida su
corazón para no hacer daño a los Demás. V 4 “No dejes que se
incline mi corazón a cosa mala, A hacer obras impías Con los que hacen
iniquidad; Y no coma yo de sus deleites” sabe que
de lo que hay en el corazón es lo que habla la boca. Lucas 6: 45 “El hombre bueno, del
buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su
corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.”
3.1.
Tiene pensamientos positivos. Filipenses 4: 8 “Por lo demás,
hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo
puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si
algo digno de alabanza, en esto pensad.” nuestro
comportamiento está condicionado por nuestra manera de pensar.
3.2.
No se Junta con personas que le pueden dañar sus buenas costumbres. 1 Corintios
15: 33 “No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas
costumbres.” los seres humanos somos fácilmente influenciables,
la mayoría actuamos como actúan los que están en nuestro medio.
4. Siempre
mantiene su mirada en Jesús. V 8 a “Por tanto, a ti, oh
Jehová, Señor, miran mis ojos” las personas que no tienen a
Jesucristo en su Corazón por lo general siempre dejan que las circunstancias
difíciles lo distraigan de su mirada en Cristo.
·
4.1. Cuando mantenemos nuestra
mirada en Cristo cualquier problema por grande que sea lo vemos pequeño, cuando
desviamos nuestra mirada cualquier problema por pequeño que sea lo vemos como
algo muy grande y difícil de superar.
5. Confía
ciegamente en Jesús. 8 b “; En ti he confiado; no desampares mi alma.”
confiar es mucho más que tan solo creer. Creer pude creer cualquiera. Santiago
2: 19 “Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios
creen, y tiemblan” creer es tan solo saber que alguien o en este caso Jesús
es capaz de hacer algo. Confiar es entregar nuestra vida en manos de alguien en
este caso confiar en Jesús es entregarnos a el de manera libre y total.
·
5.1. Muchos cristianos creen que Jesucristo
les dará todo lo que ellos piden, pero dejan de confiar en él, cuándo se dan
cuenta que Jesucristo no les ha quitado muchos de sus problemas.
Tener a
Jesucristo en nuestro Corazón es depender siempre de él, dejarse guiar y
mantener su confianza en Cristo. Una persona que tiene a Jesucristo en su Corazón
no deja que las circunstancias difíciles o Agradables le cambien su forma de
ver y de sentir.