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Salmo 141. Cristo en mi Corazon.

 


Todos los cristianos decimos tener a Jesucristo en nuestro corazón.

El tener a Jesucristo en nuestro corazón debe ser mucho más que una simple frase de cajón.

Tener a Jesucristo en nuestro corazón significa que es el quien actúa en nuestra vida, que nada podemos hacer que él no nos autorice.

El acudir de manera periódica aun lugar llamado templo no significa que tengamos a Cristo en nuestro Corazón.

Es nuestra forma de actuar, nuestra forma de vida la que determina si hemos recibido a Jesucristo en nuestro corazón.

Como es tener a Cristo en Nuestro Corazón.

1. Ponemos nuestros Dones al servicio de Dios a través de la congregación donde Asistimos. V 2 b “Suba mi oración delante de ti como el incienso, El don de mis manos como la ofrenda de la tarde.” las personas que no tienen a Cristo en su Corazón asisten a los templos como simples espectadores no quieren comprometerse con nada. No tienen tiempo, por lo general lo único que hacen es criticar el trabajo de los demás. etc.

2. Lo que más anhela es no hablar mal de los demás, siempre le pide a Dios que le ayude a enmudecer cada vez que se disponga a hablar mal. V 3 “Pon guarda a mi boca, oh Jehová;
Guarda la puerta de mis labios.

2.1. Jesucristo nos enmudece cundo queremos causar daño con nuestras palabras y nos da Sabiduría para que lo que hablemos sirva para generar Vida.

2.2. Sus palabras son como bálsamo en las heridas del alma de los demás. Da ánimo al caído y fuerzas a quien las ha perdido.

3. Cuida su corazón para no hacer daño a los Demás. V 4 “No dejes que se incline mi corazón a cosa mala, A hacer obras impías Con los que hacen iniquidad; Y no coma yo de sus deleites” sabe que de lo que hay en el corazón es lo que habla la boca. Lucas 6: 45 “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.

3.1. Tiene pensamientos positivos. Filipenses 4: 8 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” nuestro comportamiento está condicionado por nuestra manera de pensar.

3.2. No se Junta con personas que le pueden dañar sus buenas costumbres. 1 Corintios 15: 33 “No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.” los seres humanos somos fácilmente influenciables, la mayoría actuamos como actúan los que están en nuestro medio.

4. Siempre mantiene su mirada en Jesús. V 8 a “Por tanto, a ti, oh Jehová, Señor, miran mis ojos” las personas que no tienen a Jesucristo en su Corazón por lo general siempre dejan que las circunstancias difíciles lo distraigan de su mirada en Cristo.

·       4.1. Cuando mantenemos nuestra mirada en Cristo cualquier problema por grande que sea lo vemos pequeño, cuando desviamos nuestra mirada cualquier problema por pequeño que sea lo vemos como algo muy grande y difícil de superar.

5. Confía ciegamente en Jesús. 8 b “; En ti he confiado; no desampares mi alma.” confiar es mucho más que tan solo creer. Creer pude creer cualquiera. Santiago 2: 19 “Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan” creer es tan solo saber que alguien o en este caso Jesús es capaz de hacer algo. Confiar es entregar nuestra vida en manos de alguien en este caso confiar en Jesús es entregarnos a el de manera libre y total.

·       5.1. Muchos cristianos creen que Jesucristo les dará todo lo que ellos piden, pero dejan de confiar en él, cuándo se dan cuenta que Jesucristo no les ha quitado muchos de sus problemas.

Tener a Jesucristo en nuestro Corazón es depender siempre de él, dejarse guiar y mantener su confianza en Cristo. Una persona que tiene a Jesucristo en su Corazón no deja que las circunstancias difíciles o Agradables le cambien su forma de ver y de sentir.