La mayoría de los seres humanos queremos vivir llenos de felicidad, pero la verdad es que muy pocos logran encontrar esa felicidad tan añorada.
La razón por lo
cual muchas personas no encuentran su felicidad es porque se empeñan en
envenenar su alma.
El veneno más
letal para el alma es la envidia, las personas que sienten envidia siempre se
incomodan o sufren cuando alguien diferente a él prospera.
Características de una persona con el alma Envenenada.
1. Sufre en
gran manera cuando alguien prospera o le va Bien. V 1 “Justo eres tú, oh
Jehová, para que yo dispute contigo; sin embargo, alegaré mi causa ante ti.
¿Por qué es prosperado el camino de los impíos, y tienen bien todos los que se
portan deslealmente?” la infelicidad de una persona comienza cuando no
valoramos lo que tenemos por estar anhelando lo que no tenemos.
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1.1. Las personas con el alma
envenenada siempre tratan de imitar lo que hacen los demás para ver si de esta
forma obtienen la felicidad que otros tienen.
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1.2. El tratar de parecernos a los
demás es lo que hace que nos sintamos decepcionados de nosotros mismos.
2. Critica
a todos los que les va bien. V 2 “Los plantaste, y echaron raíces;
crecieron y dieron fruto; cercano estás tú en sus bocas, pero lejos de sus
corazones” la envidia nos hace ver a los demás como perversos
no merecedores de Perdón y Salvación.
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2.1. Un adagio popular dice: todo
lo del pobre es robado, cuando alguien tiene su alma envenenada siempre critica
el éxito de otros.
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2.2. Algunos cristianos se sienten
tan mal cuando otros prosperan que no se dan cuanta que siempre le dan más
poder al diablo que a Dios.
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2.3. Cuando ven que alguien
prosperar dicen: si prospero tan rápido es porque hizo pacto con el diablo.
¿Entonces el hacer un pacto con Jesucristo no sirve para nada?
3. Nos
Creemos mejor que los Demás. V 3 a “Pero tú, oh Jehová, me conoces; me
viste, y probaste mi corazón para contigo;” esto hace
que nos desanimemos de hacer lo que nos corresponde y creemos que Dios es
Injusto. Ahí surge la Expresión: ¡porque
A mí!
4.
Empezamos a desearle el mal a quienes Tienen Éxito. V 3 b “arrebátalos como a
ovejas para el degolladero, y señálalos para el día de la matanza.”
este sentimiento nos convierte en alguien tan malo como las personas que
estamos juzgando.
5. Buscamos
Culpables para Justificar nuestro Fracaso. V 4 “¿Hasta cuándo estará
desierta la tierra, y marchita la hierba de todo el campo? Por la maldad de los
que en ella moran, faltaron los ganados y las aves; porque dijeron: No verá
Dios nuestro fin” la envidia no nos deja Ver nuestros errores para
corregir, sin corrección no hay perfección.
Como Evitar que nuestra alma no se envenene.
1.
Reconociendo que Estamos sintiendo Envidia. Salmos 73: 2-3 “En cuanto a mí, casi
se deslizaron mis pies; Por poco resbalaron mis pasos. 73:3 Porque tuve
envidia de los arrogantes, Viendo la prosperidad de los impíos.”
Azaf era alguien que alababa a Dios, pero en algún momento de su vida sintió
envidia, pero el reconoció que ese sentimiento casi le hace caer.
2. No
Comparándonos con los Demás. Gálatas 6: 4 “Así que, cada uno
someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse sólo
respecto de sí mismo, y no en otro;” cuando nos comparamos con
personas de más éxito nos sentimos inútiles y nos llenamos de ansiedad y
desesperación. Es la ansiedad la que nos hace equivocar.
3. Acepta
que todos somos Diferentes. 1 Corintios 15: 41 “Una es la gloria del
sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una
estrella es diferente de otra en gloria” hay
personas que tienen habilidades que nosotros no tenemos, pero nosotros tenemos
habilidades que otros no tienen. Los seres humanos no somos iguales somos
complemento el uno del otro.
4.
Entendiendo que todos somos Importantes en lo que hacemos. 1 Corintios 12: 21-22 “Ni el ojo puede decir
a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad
de vosotros. 12:22 Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más
débiles, son los más necesarios;” el hecho que no hagamos lo que
otros hacen no significa que seamos inferiores a ellos.
5. Estando
Contentos con lo que Tenemos. Hebreos 13: 5 “Sean vuestras
costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No
te desampararé, ni te dejaré;” esto no significa que debemos ser
resignados, esto significa que debemos amar lo que tenemos mientras luchamos
por conseguir algo mejor.
Cuando
estamos pendientes más de los logros de los demás que de los nuestros, o cuando
estamos inconformes con lo que hemos conseguido nos amargamos la vida, hacemos
las cosas mal y nos dirigimos al fracaso.