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Jeremías 18. Quedamos para estrenar.

 

Todos cuando compramos un celular nuevo nos contentamos, pero con el pasar del tiempo nos damos cuenta que nuestro celular se torna lento, se apaga, se prende solo. Etc.

El técnico nos recomienda resetearlo o borrarle todos los archivos para que funcione mejor y efectivamente el celular queda como para estrenar es decir queda como nuevo.

Cuando tomamos la decisión de recibir a Jesucristo en nuestro corazón sucede algo similar.

Jesucristo nos transforma de tal manera que nos deja como nuevos, para estrenar, sentimos que todas las cosas viejas que nos detenían en nuestro desarrollo quedaron atrás. 2 corintios 5: 17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas

Ser cristiano es mucho más que tan solo cambiar de sitio de reunión o irnos a sentar a un lugar llamado templo cristiano.

Ser cristianos es permitirle a Jesucristo que nos haga de nuevo, que transforme nuestra vida de manera total.

Jehová le explica a Jeremías a través de un ejemplo práctico, lo lleva a la casa del alfarero para que entienda que de esa misma forma que el alfarero puede darle vida a una porción de barro él también puede hacer lo mismo con nosotros. V 1-4 “Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo:  18:2 Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras.  18:3 Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. 18:4 Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla.

Con este ejemplo Jehová le da una enseñanza demasiado clara, si se lo permitimos Jehová puede transformar nuestra vida. V 5-6 “Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 18:6 ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel.

Quienes recibimos a Jesucristo en nuestro corazón no podemos contender con Jehová, él nos forma como él quiere. Romanos 9: 20 “Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así?

Como nos hace de Nuevo.

1. Nos da un Nuevo corazón. Ezequiel 36: 26 “Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne” la clave para vivir bien en este mundo está en nuestro corazón.

·       1.1. Nuestra boca habla de lo que hay en nuestro corazón. Lucas 6: 45 “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno; y el hombre malo, del mal tesoro saca lo que es malo; porque de la abundancia del corazón habla su boca” nuestra boca habla maldad porque en nuestro corazón eso es lo que hay.

·       1.2. La alegría o la tristeza proviene de nuestro corazón. Proverbios 15: 13 “El corazón alegre hermosea el rostro; Mas por el dolor del corazón el espíritu se abate” Quieres vivir feliz, revisa lo que hay en tu corazón.

·       El odio, la falta de perdón, el rencor, la envidia y todos los sentimientos de maldad envenenan nuestro corazón. Si queremos tener una nueva vida debemos anhelar un nuevo corazón.

2. Cambia nuestra manera de Sentir, nos da de su Espíritu. Ezequiel 36: 27 “Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra” sin el espíritu de Dios en nosotros nos sería imposible obedecer a su palabra.

3. Nos da una nueva forma de Pensar. Filipenses 4: 8 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” nuestra forma de actuar está determinada por nuestra forma de pensar, la fe es negativa y es positiva, si pensamos que si podemos esa es nuestra Fe por lo tanto lo lograremos.

4. Nos hace hablar de manera sazonada. Colosenses 4: 6 “Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno” de nuestra forma de hablar depende que los demás nos quieran o nos odien.

Ser cristiano es mucho más que tan solo adquirir unas nuevas costumbres tales como decir amen, aleluya, Cristo vive. Etc. Ser cristiano es permitirle a Jesucristo que nos haga de nuevo.