La mayoría de cristianos creen que Jesucristo siempre nos habla en los desiertos o en momentos de dificultad.
Jehová es
nuestro padre por eso él quiere que prosperemos y que no dejemos de prosperar,
por lo tanto, él siempre nos habla en momentos de prosperidad. V 21 a “Te he hablado en tus
prosperidades,”
El problema es que muchos de nosotros no le escuchamos cuando la estamos pasando bien. “más dijiste: No oiré. Este fue tu camino desde tu juventud, que nunca oíste mi voz”
Los
cristianos somos como los niños pequeños, cuando estamos disfrutando de todo lo
que Jesucristo nos da nos entretenemos tanto que no escuchamos
A un niño
pequeño le prestan un juguete y después no lo quiere devolver es necesario
castigarlo para que lo haga.
Lo llevan a
un lugar de entretenimiento y después no quiere salir, hace pataleta, grita y
llora, es necesario castigarlo para que salga.
Esto es lo
que nos dice Jehová: yo los bendigo con prosperidad, pero se acostumbran tanto
a la prosperidad que ya no me quieren oír.
Muchos acuden
al templo cuando están mal y dejan de congregarse cuando las cosas ya están
bien. Hebreos 10: 25 “no
dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos;
y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.”
Que nos Impide Escuchar cuando estamos Bien.
1. Creer
que nunca vamos a Caer. 1 Corintios 10: 12 “Así que, el que piensa
estar firme, mire que no caiga.” el exceso de seguridad, cuando
logramos lo que queremos pensamos que ya nunca vamos a necesitar de Dios o de
los demás.
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1.1. Por más dinero que Dios te
haya dado no creas que ya nunca más vas a volver necesitar, el dinero se puede acabar
la misericordia de Dios nunca.
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1.2. A si te haya sanado Jesucristo,
no creas que ya nunca te vas a volver a enfermar.
2. Dejamos
que nuestro Corazón se Endurezca. Hebreos 3: 8 “No endurezcáis
vuestros corazones, Como en la provocación, en el día de la tentación en
el desierto,” en este mundo es normal que tengamos inconvenientes
o problemas, nunca permitamos que los problemas endurezcan nuestro corazón. Lo
más triste es que muchas veces los problemas no endurecen nuestro corazón tanto
como si lo hace el mal manejo de los Triunfos y las Bendiciones de Dios.
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2.1. Se vuelve insensible antes las
necesidades de los demás.
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2.2. Solo escucha lo que le
conviene.
3. Nos
Creemos más que los Demás. Romanos 12: 3 “Digo, pues, por la
gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más
alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura,
conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno” el
envanecimiento nos hace sordos ante los consejos de Cristo y de las demás
personas.
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3.1. Dejamos de ser Humildes, en
lugar de pedir Exigimos.
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3.2. No solo no escuchamos también
nos alejamos de Dios y de los Demás.
4. Creemos
no Tener Tiempo por estar muy Ocupados. No importa cuán ocupados estemos
siempre debemos buscar un espacio para estar en la presencia de Cristo, solo en
nos mantiene en la Prosperidad. Lucas 5: 15-16 “Pero su fama se
extendía más y más; y se reunía mucha gente para oírle, y para que les sanase
de sus enfermedades.
5:16 Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba”
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4.1. Organiza tu tiempo, utiliza
una agenda para planificar.
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4.2. Piensa que si tenemos algo es
gracias a Dios.
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4.3. No dejes a Cristo como última
opción en tus actividades.