Las personas de éxito no solo en los emprendimientos que se impone, sino en sus actividades diarias familiares o sociales, son aquellas que no solo oyen, también han desarrollado la capacidad de escuchar. Escuchar significa en su primera acepción ‘prestar atención a lo que se oye‘, mientras que oír en su primera definición significa ‘percibir con el oído los sonidos’. Si te fijas bien en ambos términos, te darás cuenta de que escuchar implica de por sí oír, pero se trata de oír e interpretar aquello que la persona te está diciendo.
Cuando una persona se dispone a escuchar lo
hace de forma activa, es decir, hay una intencionalidad en ello, algo que no
sucede con el verbo oír. Por tanto, la persona que escucha lo hace de forma
voluntaria e intencionada. Para oír es suficiente un oído sano y un sonido
perceptible. En cambio, para escuchar se necesita premeditación o Disposición.
Aprender a escuchar es una de las habilidades
más valiosas para nuestro día a día. Escuchar correctamente
nos sirve no solo para entender la postura de la otra persona, sino también
para relacionarlos adecuadamente con ella, tanto en las relaciones personales
como en las profesionales
El problema del pueblo de Dios es que
llevado por los afanes de cada día perdió la capacidad de oír y de escuchar. V
4 “Y envió Jehová a
vosotros todos sus siervos los profetas, enviándoles desde temprano y sin
cesar; pero no oísteis, ni inclinasteis vuestro oído para escuchar”
Como consecuencia de no saber escuchar ni
oír, el pueblo empezó a experimentar ruina y decadencia. V 18 “a Jerusalén, a las ciudades de
Judá y a sus reyes, y a sus príncipes, para ponerlos en ruinas, en escarnio y
en burla y en maldición, como hasta hoy”
Esto
no quiere decir que tan solo por el hecho de no querer escuchar ya seremos
destruidos, cada quien es libre de escuchar o no escuchar.
Jehová de los ejercito no solo quiere
enseñarnos sobre salvación y vida eterna, él nos da consejos maravillosos que
nos permite cada día tener vidas de excelencia.
Ser excelente no es ser perfecto, ser
excelente es tener la capacidad de cada día luchar por ser mejores.
Cuando dejamos de escuchar los buenos
consejos de Jesucristo nuestra vida empieza a deteriorarse, empezamos a vivir
como cualquier ser humano que actúa de acuerdo a su propio parecer.
Escuchar a los demás nos permite tener
una retroalimentación muy importante, las personas de éxito son aquellas que
creen que cada día pueden aprender algo nuevo.
Que
nos Impide escuchar.
1. Creer que ya lo sabemos todo. Las
personas que creen ya saberlo todo se estancan y van en retroceso.
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1.1. Las personas sabias o de éxito son
aquellas que son humildes para reconocer que todavía no lo saben todo y que
están en su mejor momento para aprender. Filipenses 3: 12 “No que lo haya alcanzado ya, ni
que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo
cual fui también asido por Cristo Jesús.”
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1.2. Las personas de éxito no se atan al pasado
sea opaco o sea brillante, siempre luchan por avanzar. V 13 “Hermanos, yo mismo no pretendo
haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda
atrás, y extendiéndome a lo que está delante”
2. Hacer suposiciones sobre lo que el
otro nos va a decir. El creer que ya sabemos lo que nos va a decir, hace que
estemos constantemente interrumpiendo o que no les prestemos la atención
necesaria para poder escuchar bien.
Como Lograr una Buena Comunicación.
1. Tomando
la decisión de Comunicarse. Si uno de los miembros de una relación no toma la
decisión de comunicarse, no importa cuánto esfuerzo haga la otra nunca va a
escuchar. V 4 “Y envió Jehová a vosotros todos sus siervos los profetas,
enviándoles desde temprano y sin cesar; pero no oísteis, ni inclinasteis
vuestro oído para escuchar”
2. Sacando
un Tiempo para poderlo hacer. Lucas 5: 15-16 “Pero su fama se
extendía más y más; y se reunía mucha gente para oírle, y para que les sanase
de sus enfermedades.
5:16 Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba.” Jesús era
un hombre muy famoso, pero a pesar de eso siempre apartaba un tiempo para
comunicarse con su Padre.
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2.1. Posiblemente en nuestra agenda
mental o física pueden estar organizados todos nuestros Compromisos diarios, en
esta agenda también debe ocupar un lugar o espacio importante nuestra familia.
3. Hablando
menos y escuchando más. Santiago 1: 19 “Por esto, mis amados
hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para
airarse;” muchas veces estamos tan ocupados hablando o
gritando que no podemos escuchar lo que nos dicen.
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3.1. Quita todo distractor, tales
como el celular, la televisión o cualquier otra cosa que te impida prestar
atención.
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3.2. Evita el Afán, si en ese
momento te es imposible atender a quienes quieren hablarte, se sinceró y diles
que lo atiendes en otra ocasión, no hay nada más decepcionante que estar
hablándole a alguien que esta con afán.
4.
Valorando lo que las Otras personas nos dicen. Hebreos 2: 1 “Por tanto, es
necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea
que nos deslicemos” el prestar atención a lo que nos dicen hace parte
del valorar.
Puede ser
que para ti lo que te están contando no sea más que una más de las tantas
historias que has escuchado, pero recuerda para la persona que te está hablando
lo que te está diciendo es unció y muy especial para él.
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4.1. Muestra tu Interés Haciendo
preguntas que te permitan entender mejor.
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4.2. No interrumpas lo que te están
diciendo espera el momento oportuno para intervenir.