La mayoría de los seres humanos vivimos en grandes dificultades materiales y emocionales.
Nos pasamos la vida buscando la solución a lo que nos pasa en
el dinero, en los demás, en las circunstancias. etc.
Nuestra forma de ser esta determinada
por nuestro corazón. Proverbios 15: 13 “El
corazón gozoso alegra el rostro, pero en la tristeza del corazón se quebranta
el espíritu.”
Si el corazón está triste nuestra
forma de ser reflejara tristeza, si en nuestro corazón hay amargura nuestra
forma de ser será de la misma forma.
si tú estás cansado o cansada que
los demás te tengan que soportar porque no tienen otra opción, evita que tu corazón
se llene de amargura. Hebreos 12: 15 “Mirad
bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que, brotando
alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean
contaminados”
la amargura se convierte en estorbo
para vivir de manera feliz con las personas que amamos y que están a nuestro
lado.
Lo que nosotros hablamos está
determinado por lo que tenemos en el corazón. Lucas 6: 45 “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca
lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque
de la abundancia del corazón habla la boca.” Si en nuestro
corazón hay amor de nuestra boca saldrá amor, si en nuestro corazón hay odio de
nuestra boca saldrá odio.
Un corazón amargado enferma el
cuerpo y el alma. Un corazón alegre genera salud y bien estar. Proverbios 14:
30 “El corazón apacible
es vida de la carne; Mas la envidia es carcoma de los huesos.”
Hoy es muy común las enfermedades psicosomáticas,
enfermedades causadas por la mente o por el corazón, los médicos le hacen toda
serie de exámenes y no le encuentran enfermedad alguna pero igual la persona se
siente enferma.
Las enfermedades causadas por el corazón
más que estar en los órganos del cuerpo son una sensación, la persona se siente
enferma y no sabe por qué.
Las personas enfermas en el corazón
se sienten sin fuerzas para luchar, es decir viven en un constante desanimo, no
tienen deseos de luchar o de esforzarse por conseguir algo.
Los problemas, las dificultades y
las decepciones de la vida siempre terminan endureciendo nuestro corazón.
Una persona con el corazón endurecido
se vuelve insensible, no le importa lo que les sucede a los demás, se vuelve indolente
no siente el dolor de los demás.
Una persona con el corazón endurecido
tiene incapacidad para amar y para dejarse amar, lo único que desea es el mal
de los demás.
No hay terapia alguna para ablandar
nuestro corazón, la única solución es dejar que Jesucristo arranque nuestro corazón
de piedra y nos dé un nuevo corazón, un corazón de carne. Ezequiel 11: 19 “Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré
dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les
daré un corazón de carne”
Jesucristo no solo quiere darnos salvación
y vida eterna, él también quiere que tengamos vidas de excelencia, que cada día
podamos vivir mejor.
El problema de tantas guerras bélicas
y tantas guerras en nuestros hogares y la sociedad está en la intolerancia,
cada día nos soportamos menos y esto hace que vivamos mal en este mundo.
Un nuevo corazón hará que nosotros
tratemos a los demás como quisiéramos que ellos nos traten a nosotros. Lucas 6:
31 “Y así como
queréis que los hombres os hagan, haced con ellos de la misma manera”
Nuestro corazón se alimenta de lo
que escuchamos o de lo que vemos hacer a otras personas por eso es muy
importante que aprendamos a cuidarlo. Proverbios 4: 23 “Sobre toda cosa guardada,
guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.”
Nosotros somos reflejo de lo que
hay en nuestro corazón, no permitas que las diferentes circunstancias negativas
endurezcan tu corazón, un corazón alegre hace que nuestra forma de actuar sea
alegre y agradable.