Hay una gran diferencia entre las personas de éxito y las personas de fracaso.
Las personas
de fracaso cada vez que consultan sobre algo ya esperan la respuesta que
quieren oír.
Preguntan solo
con la esperanza de que la respuesta que van a escuchar confirme lo que piensan
hacer o lo que ya están haciendo.
Y esto está
muy bien, que consultemos a Jesucristo cada vez que vamos a tomar una decisión
es muy bueno, lo malo es cuando le consultamos a Jesucristo con el ánimo de que
nos hable lo que queremos nosotros Oír.
Este era el caso de Johann, cuando tenía problemas
buscaba al profeta para que le consultara a Jehová sobre qué hacer. 42: V 2-3 “y dijeron al profeta
Jeremías: Acepta ahora nuestro ruego delante de ti, y ruega por nosotros a
Jehová tu Dios por todo este resto (pues de muchos hemos quedado unos pocos,
como nos ven tus ojos),
42:3 para que Jehová tu Dios nos enseñe el camino por donde vayamos, y lo que
hemos de hacer”
Muchos de
nosotros ya hemos tomado una determinación de que hacer, consultamos solo para
justificar lo que queremos hacer.
Tanto en lo
Espiritual como en lo secular las personas mediocres buscan juntarse con
personas que les digan lo que ellos quieren oír. 2 Timoteo 4: 3 “Porque vendrá tiempo
cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que, teniendo comezón de oír, se
amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias”
Que sucede cuando creemos ya tener la respuesta a nuestra
pregunta.
1. Nos
Volvemos Soberbios. V 2 a “dijo Azarías hijo de Osaías y Johanán hijo de
Carea, y todos los varones soberbios dijeron a Jeremías:”
por lo general siempre terminamos contestando mal a quienes nos aconsejan para
ayudarnos.
·
1.1. Nos alejamos de los demás y
creemos que nos han abandonado.
2. No
Creemos en lo que nos dicen consideramos que es mentira. V 2 b “Mentira dices; no te
ha enviado Jehová nuestro Dios para decir: No vayáis a Egipto para morar allí,”
cuando alguien nos dice lo que debemos hacer por lo general creemos que lo hace
por envidia o porque no quieren que prosperemos.
3. Buscamos
culpables. V 3 “sino que Baruc hijo de Nerías te incita contra nosotros,
para entregarnos en manos de los caldeos, para matarnos y hacernos transportar
a Babilonia.” cuando no nos dejan hacer
lo que queremos, pensamos que es porque nos tienen rabia.
·
3.1. Buscamos Enemigos en todas
partes.
4.
Terminamos haciendo lo que nos Provoca sin medir las consecuencias. V 4 “No obedeció, pues,
Johanán hijo de Carea y todos los oficiales de la gente de guerra y todo el
pueblo, a la voz de Jehová para quedarse en tierra de Judá,”
cuando nos gusta hacer las cosas a nuestra manera, en vano consultamos total ya
todo lo tenemos Premeditado.
·
4.1. Solo buscamos a quien consultar
con el propósito de tener a quien echarle la culpa si las cosas no salen como
esperábamos.
5. Buscamos
vivir en Comodidad. 7 “y entraron en tierra de Egipto, porque no
obedecieron a la voz de Jehová; y llegaron hasta Tafnes” las
personas que hacen las cosas de acuerdo a su conveniencia por lo general
siempre buscan estar en una zona de confort.
·
5.1. El Acomodamiento hace que deje
de luchar por sus sueños, se conforma con lo que tiene.
6. No
queremos Esforzarnos. La única forma de lograr vidas de éxito es si nos esforzamos,
es decir, si hacemos más de lo que decimos poder. Josué 1: 6 “Esfuérzate y sé
valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual
juré a sus padres que la daría a ellos.”
si Josué no se esforzaba, no importaba que Jehová lo haya mandado, igual
hubiera fracasado.
7. Nos
Volvemos Negligentes. Las personas negligentes son aquellas que hacen las cosas,
pero no de manera oportuna, siempre las hacen cuando ya no se necesita porque
otro ya lo hizo. Romanos 12: 11 “En lo que requiere diligencia, no perezosos;
fervientes en espíritu, sirviendo al Seño”
Las personas
que consultan a Dios o a cualquier otra persona tan solo por esperar una confirmación
a lo que ya están dispuestos hacer siempre terminan haciendo lo que ellos esperan,
se enojan con Dios y con las demás personas, por esta razón siempre se
estancan, no avanzan.
