Los seres humanos somos influenciables por lo general siempre terminamos haciendo lo que otros hacen.
Las
personas de éxito son aquellas que han aprendido a examinarlo todo y a retener
solo lo bueno. Este es el consejo del Apóstol Pablo. 1 tesalonicenses 5: 21 “Antes bien, examinadlo todo cuidadosamente,
retened lo bueno”
Para no
tener contacto con nadie que tenga malos comportamientos sería necesario
salirnos de este mundo, como eso es imposible es necesario pedirle a Jesucristo
que nos mantenga alejados o que nos guarde. Juan 17: 15 “No ruego que los quites del mundo,
sino que los guardes del mal.”
El pueblo
de Dios se dejaba influenciar del mal comportamiento de sus padres. V 9 “¿Os
habéis olvidado de las maldades de vuestros padres, de las maldades de los
reyes de Judá, de las maldades de sus mujeres, de vuestras maldades y de las
maldades de vuestras mujeres, que hicieron en la tierra de Judá y en las calles
de Jerusalén?”
Que sucede cuando nos dejamos Influenciar.
1. No escuchamos
los buenos consejos de Jesucristo a través de su palabra ni los buenos consejos
de las personas que nos aman y que están cerca de nosotros. V 16 “La palabra que nos has hablado en
nombre de Jehová, no la oiremos de ti”
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1.1. Creemos que lo sabemos todo,
cuando creemos saberlo todo nos negamos al conocimiento por eso nos estancamos
y vamos en retroceso.
2. Nos
hacemos insensatos, sabemos que estamos actuando mal, pero preferimos seguirlo
haciendo. V 17 a “sino
que ciertamente pondremos por obra toda palabra que ha salido de nuestra boca,
para ofrecer incienso a la reina del cielo, derramándole libaciones, como hemos
hecho nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes, en las
ciudades de Judá y en las plazas de Jerusalén,”
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2.1. El adagio popular dice no hay
peor ciego que el que no quiere ver. Las personas prosperas son aquellas que
saben reconocer sus errores para corregir, sin corrección no hay perfección.
3. Creemos
que cuando actuamos mal nos va bien. V 17 b “y tuvimos abundancia de pan, y estuvimos
alegres, y no vimos mal alguno.” la ceguera emocional nos hace ver
lo que no es.
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3.1. Empezamos a llamar a lo bueno
malo y a lo malo bueno. Isaías 5: 20 “¡Ay de los que llaman al mal bien y al bien mal, que tienen
las tinieblas por luz y la luz por tinieblas, que tienen lo amargo por dulce y
lo dulce por amargo!”
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3.2. Creemos que todo el mundo está
mal menos nosotros, esta forma de actuar es lo que hace que no avancemos y crezcamos.
4. Creemos
cuando hacemos las cosas bien nos va mal. V 18 “Mas desde que dejamos de ofrecer incienso
a la reina del cielo y de derramarle libaciones, nos falta todo, y a espada y
de hambre somos consumidos” las personas que se dejan
influenciar de manera negativa invierten sus valores.
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4.1. Las malas conversaciones corrompen
nuestras buenas costumbres. 1 corintios 15: 33 “No erréis; las malas conversaciones
corrompen las buenas costumbres”
La única
forma de saber a quién escuchar y no dejarnos mal influenciar, es si sabemos
exactamente qué es lo que queremos lograr, si no tenemos un propósito claro
para nuestra vida nos será imposible escoger a las personas a quienes debemos
escuchar.
En este
mundo siempre encontraremos personas negativas que nos llevan al fracaso y
personas de éxito que nos hacen triunfar, a quien escuchamos es nuestra
decisión.