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Ezequiel 28. No te engrandezcas.

 

Jesucristo a todos nos ha dado dones y talentos a través de los cuales podemos prosperar en todo lo que hacemos.

Jehová quiere que aquí en la tierra tengamos lo mejor y lógicamente que vivamos de la mejor manera.  V 4 “Con tu sabiduría y con tu prudencia has acumulado riquezas, y has adquirido oro y plata en tus tesoros.

Jesucristo no está en contra de la prosperidad y las riquezas ya que de lo contrario se estaría contradiciendo, para que darnos el poder de hacer las riquezas si se nos prohíbe tenerlas.

Es Jehová quien nos dio el poder para hacer las riquezas. Deuteronomio 8: 18 “
Mas acuérdate del Señor tu Dios, porque Él es el que te da poder para hacer riquezas, a fin de confirmar su pacto, el cual juró a tus padres como en este día.

Jesucristo lo que no quiere es que nos dejemos dominar por las riquezas, el amor en exceso al dinero es lo perjudicial. 1 Timoteo 6: 10 “Porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, por el cual, codiciándolo algunos, se extraviaron de la fe y se torturaron con muchos dolores

El exceso de amor al dinero hace que nuestro corazón se enaltezca o se llene de orgullo. V 5 “Con la grandeza de tu sabiduría en tus contrataciones has multiplicado tus riquezas; y a causa de tus riquezas se ha enaltecido tu corazón.

El enaltecimiento hace que nos descuidemos y caigamos. V 7 “por tanto, he aquí yo traigo sobre ti extranjeros, los fuertes de las naciones, que desenvainarán sus espadas contra la hermosura de tu sabiduría, y mancharán tu esplendor

El enaltecimiento nos llena de soberbia a tal grado que daña la sabiduría que Dios nos da. V 17 “Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti.

La sabiduría no es algo que la adquirimos por nuestros propios medios, la sabiduría proviene de Dios por eso es necesario pedírsela a él. Santiago 1: 5 “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.

La sabiduría hace que tengamos cordura en nuestra forma de actuar, la sabiduría es la que nos dice que cosas de las que hacemos nos conviene.

Como evitar el engrandecimiento.

1. Entendiendo y recordando que es Jesucristo el que nos da todo lo que tenemos. V 14 “Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas.

·       1.1. Cuando tenemos claro que es Jesucristo quien nos da todo lo que tenemos nuestro corazón se vuelve humilde, el creer que es nuestra capacidad la que consigue lo que tenemos nos hacemos arrogantes y decimos no tener tiempo para servir en la iglesia.

2. Es Jesucristo quien nos da el poder para hacer las riquezas. Deuteronomio 8: 18 “Mas acuérdate del Señor tu Dios, porque Él es el que te da poder para hacer riquezas, a fin de confirmar su pacto, el cual juró a tus padres como en este día.” Jesucristo nos da dones y talentos para que podamos lograr todo lo que nos propongamos.

·       2.1. Cuando aceptamos que todo lo que sabemos y las habilidades que tenemos le pertenecen a Jesucristo nos volvemos agradecidos.

·       2.2. Las personas agradecidas con Jesucristo le sirven de todo corazón y con toda su pasión, las personas agradecidas no viven en desanimo.

Las personas engrandecidas siempre terminan alejándose de los demás, el orgullo hace que maltraten a quienes están a su lado.