22_02

Daniel 2. Ganando Batallas

 

Todos los días los seres humanos tenemos diferentes batallas que librar y por supuesto nuestra intención es ganarlas.

Cada mañana tenemos que enfrentarnos a diferentes retos y propósitos.

Todos tenemos batallas económicas, emocionales, espirituales o familiares.

Daniel tenía que librar una batalla muy particular, él tenía que salvar su vida y la de los demás sabios.

Muchos de nosotros también tenemos que librar batallas a favor de otros, amigos o familiares.

A través de este capítulo podemos aprender cómo salir victoriosos en nuestras batallas diarias.

Como Ganar nuestras batallas.

1. Hablando con sabiduría y prudencia. V 14 “Entonces Daniel habló sabia y prudentemente a Arioc, capitán de la guardia del rey, que había salido para matar a los sabios de Babilonia.” la falta de sabiduría nos lleva a ser arrogantes y la arrogancia nos hace ser imprudentes y groseros.

·       1.1. Muchas batallas se pueden perder por nuestra mala actitud al hablar con los demás y muchas otras se pueden ganar tan solo con una buena actitud.

2. Esperando el momento oportuno para actuar. V 16-17 “Y Daniel entró y pidió al rey que le diese tiempo, y que él mostraría la interpretación al rey. Luego se fue Daniel a su casa e hizo saber lo que había a Ananías, Misael y Azarías, sus compañeros” cuando obramos de manera apresurada siempre terminamos equivocándonos en nuestras decisiones.

3. Reconociendo que es Jesucristo quien nos hace ganar nuestras batallas. V 19-20 “Entonces el secreto fue revelado a Daniel en visión de noche, por lo cual bendijo Daniel al Dios del cielo. Y Daniel habló y dijo: Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la sabiduría.” Jesucristo nos da dones y talentos, pero sobre todo nos da Gracia delante de los demás.

·       3.1. Es Jesucristo quien determina lo que ha de suceder con nosotros. V 21 “Él muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos.”

4. Siendo agradecidos con Dios y con los demás. V 23 “A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, porque me has dado sabiduría y fuerza, y ahora me has revelado lo que te pedimos; pues nos has dado a conocer el asunto del rey.

5. Ayudando a que otros también ganen sus batallas. V 24 “Después de esto fue Daniel a Arioc, al cual el rey había puesto para matar a los sabios de Babilonia, y le dijo así: No mates a los sabios de Babilonia; llévame a la presencia del rey, y yo le mostraré la interpretación.”

6. Dando el crédito a Dios de los triunfos que tenemos. V 28 “Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días. He aquí tu sueño, y las visiones que has tenido en tu cama

7. No vanagloriándose o creyéndose más que los demás. V 30 “Y a mí me ha sido revelado este misterio, no porque en mí haya más sabiduría que en todos los vivientes, sino para que se dé a conocer al rey la interpretación, y para que entiendas los pensamientos de tu corazón

·       7.1. Nuestra forma de ser puede lograr que otros crean en nuestro Dios. V 47 “El rey habló a Daniel, y dijo: Ciertamente el Dios vuestro es Dios de dioses, y Señor de los reyes, y el que revela los misterios, pues pudiste revelar este misterio.” La mejor forma de evangelizar es con nuestro testimonio.

Jesucristo nos exalta delante de los demás. V 48 “Entonces el rey engrandeció a Daniel, y le dio muchos honores y grandes dones, y le hizo gobernador de toda la provincia de Babilonia, y jefe supremo de todos los sabios de Babilonia.” Jesucristo nos exalta ante los demás.

nos da gracia y recibimos favores de los demás. V 49 “Y Daniel solicitó del rey, y obtuvo que pusiera sobre los negocios de la provincia de Babilonia a Sadrac, Mesac y Abed-nego; y Daniel estaba en la corte del rey.

Nuestra actitud y nuestra forma de ser determina que ganemos o perdamos nuestras batallas, Jesucristo nos da dones y talentos, pero sobre todo nos da gracia para poder triunfar.