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Oseas 14. Reconciiate con Cristo.

 

Adán y Eva tenían una excelente relación con Jehová Dios, pero por su pecado esa relación se dañó y fueron echados de su presencia.

Por ser nosotros descendencia de Adán y Eva heredamos esa mala relación con Dios.

Como consecuencia de nuestra mala relación con Dios vemos como la humanidad cada día se deteriora más y más.

Solo Jesucristo puede hacer que nuestra forma de vida deplorable cambie para bien nuestro y de nuestra sociedad.

Para que Jesucristo actué a nuestro favor es necesario reconciliarnos con él, la reconciliación hace que se restaure toda relación.

¿Cómo reconciliarnos con Cristo?

1. Tomando la decisión de hacerlo. V 1 a “Vuelve, oh Israel, a Jehová tu Dios;” Jesucristo nos dio libre albedrío, por lo tanto, él no nos obliga a volver con él, ni tampoco nos hace repetir oraciones de fe que no queremos o que no entendemos para qué.

2. Reconociendo nuestro pecado. V 1 b “porque por tu pecado has caído.” La base de la reconciliación en cualquier relación es el reconocer nuestros errores para poderlos corregir.

3. Suplicando a través de la Oración, y siendo humildes. V 2 a “Llevad con vosotros palabras de súplica, y volved a Jehová,” muchos cristianos ya no suplicamos, exigimos o casi que le Ordenamos a Cristo.

4. Pidiéndole a Jesucristo que nos quite toda iniquidad. 2 b “y decidle: Quita toda iniquidad, y acepta el bien,” aunque pecar o no pecar es nuestra decisión. Génesis 4: 7 “Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.” El pecar o no pecar es nuestra decisión, pero Jesucristo nos da fuerzas para renunciar al pecado.

5. Ofreciéndole ofrenda de labios. V 2 c “y te ofreceremos la ofrenda de nuestros labios.” A Dios le agrada que le adoremos, él es el objeto de nuestra alabanza. Deuteronomio 10: 21 “El es el objeto de tu alabanza, y él es tu Dios, que ha hecho contigo estas cosas grandes y terribles que tus ojos han visto.” En el culto la palabra es para nosotros, la alabanza para Dios. Hebreos 13: 15 “Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.

6. Aceptando que ninguna fuerza humana nos puede ayudar. V 3 “No nos librará el asirio; no montaremos en caballos, ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: Dioses nuestros; porque en ti el huérfano alcanzará misericordia.” Solo Jesucristo nos da soluciones duraderas y verdaderas, el hombre solo nos ofrece soluciones pasajeras o temporales.

Dios nos ama y está siempre esperándonos, él quiere que nosotros tomemos la decisión de buscarlo, si lo hacemos él también se acercara a nosotros. Santiago 4: 8 “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.

Beneficios de reconciliarnos con Cristo:

1. Dios sana nuestra rebelión, nos amará por gracia no porque lo merezcamos, y para nosotros será fácil amarlo tal como él quiere que lo hagamos. 4 “Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos.”

2. Dios quitara nuestra esterilidad. En las finanzas, en el amor, en nuestra mente, en cualquier área donde estemos pasando Esterilidad. V 5 “Yo seré a Israel como rocío; él florecerá como lirio, y extenderá sus raíces como el Líbano.”

3. Daremos fruto y volveremos a vivir. V 6 “Se extenderán sus ramas, y será su gloria como la del olivo, y perfumará como el Líbano.” Jesucristo nos pasa de Mediocres o inservibles a productivos y Útiles.

4. Dios nos escuchara. Y nosotros seremos fieles. Dejaremos de ser cristianos tibios. V 8 “Efraín dirá: ¿Qué más tendré ya con los ídolos? Yo lo oiré, y miraré; yo seré a él como la haya verde; de mí será hallado tu fruto.”

La única forma de cambiar nuestra forma desagradable de vivir es reconciliándonos con Jesucristo, el no promete quitarnos los problemas, pero si nos ayuda a superarlos y salir victoriosos en cada una de nuestras guerras diarias.