No solo los médicos saben de la importancia de un buen descanso.
Lógicamente Jesucristo también lo
sabe, quien mejor que él y su padre quienes nos hicieron.
Cuando descansamos, nuestro cuerpo se
recupera y reinicia: la memoria mejora, el sistema inmune se fortalece, la
presión sanguínea baja, la inflamación en el cuerpo se reduce, la concentración
y capacidad mental mejora y se recupera la energía.
Jesucristo nos ofrece descanso en
medio de las dificultades, el verdadero descanso no es dejar de hacer algo, el verdadero
descanso es cambiar de actividad.
Más que el cansancio físico lo que muchas
veces nos inmoviliza es el cansancio emocional, más que estar cansados, nos
sentimos cansados, agotados sin ganas de seguir luchando o viviendo.
Muchas personas de edad pierden el
sentido de vivir, ya no tienen motivos o sueños para seguir viviendo.
Jesucristo nos llena de esperanza,
nos da fuerza emocional, con el vuelve la esperanza y las ganas de seguir
luchando.
Como descansar en Jesucristo.
1. Acudiendo a Jesús. Mateo 11: 28 “Venid
a mí todos los que estáis trabajados y cargados,” es necesario tomar la decisión de
buscar a Jesús o a Jehová.
· 1.1. Los problemas o lo
que es más triste muchas veces la comodidad o la buena vida terminan alejándonos
de Jesucristo.
· 1.2. El estar muy ocupados
solucionando problemas en nuestras fuerzas o el estar muy ocupados disfrutando
de las bendiciones de Dios son causantes de alejarnos de Dios.
2. Estar convencidos que con Jesucristo
podemos descansar. V 28 b “y yo os haré descansar.” el problema es que
muchos creemos que la función de Jesús es solo hacer Milagros. Muchas personas
ya han recibido milagros en sanidad o económicos, pero aún viven agobiados y cansados.
· 2.1. El verdadero descanso
no solo está en la playa o en un tiempo de vacaciones. Puedes tener el mejor
colchón y amanecer cansado o puedes dormir en piedras y dormir con la
tranquilidad de un bebe durmiendo en algodones.
3. Tomando el Yugo de Jesús. V 29 a “Llevad
mi yugo sobre vosotros,” las personas que para descansar suspenden toda actividad muchas
veces se sienten mas cansados.
· 3.1. Nuestro yugo pueden
ser los problemas, las deudas económicas, el afán de alcanzar nuestras metas,
para descansar es necesario dejar nuestro yugo y tomar el yugo de Jesús.
· 3.2. Para esto deberíamos preguntarnos
cuál es el yugo de Jesús. El yugo o el trabajo de Jesús es hacer que todo el
mundo sea salvo. 1 Timoteo 2: 4 “el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan
al conocimiento de la verdad.”
· 3.3. Tomar el yugo de
Jesús es tomar la decisión de ayudar a salvar almas. Nuestro verdadero descanso
esta cuando dejamos que nuestra vida sea útil en las manos de Jesús.
· 3.4. Cuando tomamos la decisión
de servir a los demás nuestra vida cobra sentido y deja de ser rutinaria. La rutina
y la falta de sentido son un yugo muy pesado.
4. Desarrollando la capacidad de ser
mansos y humildes. V 29 b “y aprended de mí, que soy manso y
humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;” las personas humildes no
se enojan con facilidad y esto hace que vivan descansadas.
· 4.1. La amargura daña el
corazón y por esta razón le es difícil disfrutar de los momentos agradables que
le ofrece Dios a través de las personas que le rodean.
· 4.2. Debemos entender que
el servicio es una carga muy liviana porque tiene un propósito. V 30 “porque
mi yugo es fácil, y ligera mi carga
La vida de por si con sus
dificultades de cada día se convierte en una carga pesada que termina cansándonos
o quitándonos los deseos de avanzar, solo Jesucristo y el servicio de corazón
le dan propósito a nuestra vida, una vida con propósito siempre será descansada.
