El corazón es como una especie de centro de control.
El corazón representa nuestras
emociones por esta razón es el corazón lo que determina nuestra forma de actuar
y de pensar.
El corazón como la base de
concentración de nuestras emociones y pensamientos es de vital importancia para
nuestra vida.
A través de nuestro corazón es como
amamos u odiamos, es en nuestro corazón donde tomamos la decisión de hacer el
bien o hacer el mal.
Todos nacemos con un corazón sensible
y puro a medida que crecemos la sociedad o las diferentes circunstancias de la
vida lo pueden endurecer. Hebreos 3: 15 “en cuanto se dice: Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros
corazones, como en la provocación.”
El dejar
que los demás o las circunstancias endurezcan nuestro corazón depende de cada
uno de nosotros.
Lo que
almacenamos en nuestro corazón es lo que después sale por nuestra boca y
contamina o purifica nuestro cuerpo. V 18 “Pero lo que sale de la boca, del corazón
sale; y esto contamina al hombre”
Nuestro mal
comportamiento está determinado por las cosas impuras y malas que metemos en
nuestro corazón. V 19 “Porque
del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las
fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias”
Definitivamente
somos lo que tenemos en nuestro corazón, si queremos actuar de manera correcta
debemos meter en nuestro corazón cosas que nos permitan actuar de esa manera.
Como se alimenta nuestro corazón.
1. De las
cosas que oímos. Los seres humanos estamos rodeados de personas quienes
constantemente nos están hablando.
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1.1.
Nosotros decidimos que escuchar, el chisme genera enemistad y endurece nuestro corazón.
Proverbios 26: 20 “Sin leña se apaga el
fuego, Y donde no hay chismoso, cesa la contienda.”
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1.2. Si las
personas no tienen nada bueno que decirnos con respecto de los demás es mejor
no escucharlas para que eso no se almacene en nuestro corazón.
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1.3. Las
palabras negativas, muchas de las personas con quien nos relacionamos por lo
general siempre ven la vida por el lado malo.
2. De las cosas que vemos. Nuestros
ojos son la luz de nuestro ser. Mateo 6: 22 “La lámpara del cuerpo es el ojo; por eso, si tu
ojo está sano, todo tu cuerpo estará lleno de luz”
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2.1. En la mirada de una persona se refleja lo que
es o lo que hay dentro de ella, por eso le llaman la ventana.
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2.2. Pero también podríamos decir que los ojos son
la puerta de nuestra alma, todo lo que vemos entra a nuestro corazón. ¿Que miramos
pornografía? programas de chisme, programas delincuenciales. Etc.
En resumen,
podríamos decir que nuestro corazón se alimenta de lo que vemos y de lo que escuchamos
y nosotros escuchamos y vemos de acuerdo a las personas con quien nos
relacionamos. 1 corintios 15: 33 “No os dejéis engañar: «Las malas compañías
corrompen las buenas costumbres».”
Nosotros somos
lo que hay en nuestro corazón, como queremos actuar depende de nuestro corazón,
escoge muy bien lo que en el quieres almacenar, de lo que en él hay es como te
comportaras.