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Zacarias 14. Cuando tenemos un mal día.

 

Los seres humanos somos emocionalitas por esta razón todos en algún momento podemos sentir que tenemos un mal día, nos deja el autobús, se nos pierde las llaves, una discusión sin sentido. etc.

No es que Jesucristo nos castigue, todos podemos tener un mal día. V 2 “Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén; y la ciudad será tomada, y serán saqueadas las casas, y violadas las mujeres; y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, más el resto del pueblo no será cortado de la ciudadno es que Jehová nos envié cosas malas, el permite que vivamos las consecuencias de nuestros actos.

El problema no está en que tengamos un mal día, el problema está en que no lo podamos superar.

Podemos enojarnos es natural que lo hagamos cuando sentimos que somos agredidos o que las cosas no salen como lo esperábamos, lo que no es permitido es que continuemos con el enojo. Efesios 4: 26 “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,

 Como Remontar un mal Día.

 1. Dejando que Jesucristo pelee por nosotros. V 3 “Después saldrá Jehová y peleará con aquellas naciones, como peleó en el día de la batalla.” A si nosotros seamos los culpables de lo que nos pasa Jehová siempre estar pendiente de nuestro cuidado.

·       1.1. Que Jesucristo pelee por nosotros no significa que nosotros no tengamos que hacer nada. Jesucristo se encarga de lo imposible. Lucas 18: 27 “Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios” él nos entrena para que luchemos en lo que es posible. Salmos 144: 1 “Bendito sea Jehová, mi roca, Quien adiestra mis manos para la batalla, Y mis dedos para la guerra

2. Creyendo que Jesucristo puede cambiar nuestra realidad. V 8 “Acontecerá también en aquel día, que saldrán de Jerusalén aguas vivas, la mitad de ellas hacia el mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en verano y en invierno.” Nuestra realidad puede decir que estamos como terreno árido, pero Cristo lo puede cambiar por una nueva verdad, con el volvemos a florecer.

·       2.1. Jesucristo puede convertir nuestro corazón seco por la amargura, el odio o el dolor en una fuente de agua viva. Juan 7: 38 “El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.

3. Entendiendo que Jesucristo cambia toda maldición por bendición. V 11 “Y morarán en ella, y no habrá nunca más maldición, sino que Jerusalén será habitada confiadamente.” Si de nuestro corazón sale agua de vida, lo más natural es que en este mundo podamos vivir en Paz con todos.

4. Nunca dejando de Luchar por lo que se quiere. V 14 “Y Judá también peleará en Jerusalén. Y serán reunidas las riquezas de todas las naciones de alrededor: oro y plata, y ropas de vestir, en gran abundancia.” Las riquezas de las naciones son para el pueblo de Dios, pero si las conseguimos a través de trabajar y esforzarnos.

5. nunca dejando de ser agradecidos. V 16 “Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos.”

·       5.1. Las personas desagradecidas siempre se quedan sin bendición.  V 17 “Y acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia.

·       5.2. La Adoración atraerá la presencia de Dios. 2 Crónicas 5: 13-14 “Cuando sonaban, pues, las trompetas, y cantaban todos a una, para alabar y dar gracias a Jehová: y a medida que alzaban la voz con trompetas y címbalos y otros instrumentos de música, y alababan a Jehová, diciendo: Porque él es bueno, porque su misericordia es para siempre: entonces la casa se llenó de una nube, la casa de Jehová. 5:14 Y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios.

·       5.3. En medio de la Adoración y la alabanza Dios hace milagros. 2 Crónicas 20: 22 “Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab, y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros:

Todos podemos tener un mal día, que las cosas no salgan como esperamos es normal, que nos quedemos estancados sin querer avanzar no es normal. Nunca dejes de luchar de la mano de Jesucristo y pronto triunfaras.