Jehová Dios hizo la tierra dotada de todo lo necesario para que nosotros podamos vivir de manera muy agradable.
Vivir de manera agradable no significa que no tengamos problemas o que no
tengamos que luchar por lo que queremos.
Hoy en día se sita mucho una frase
elaborada por algún candidato presidencial. Llego la hora de vivir sabroso, pero
para vivir sabroso hay que trabajar duro. Génesis 2: 15 “Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo
puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.”
Jehová como todo buen padre quiere
lo mejor para nosotros. Jeremías 29: 11 “Porque yo sé
los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de
paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.” Muchos de nosotros como
padres deseamos lo mejor para nuestros hijos, el problema es que muchos de
ellos no escuchan o no les gusta escuchar.
Algunos cuando sus padres los
corrigen dicen algunas cosas como: déjeme vivir mi vida usted ya vivió la suya,
no se meta.
Y cuando las cosas no salen como
lo esperaban muchos padres se ven forzados a decir: se lo dije, si hubiera
escuchado.
Con Jehová pasa exactamente lo
mismo, él quiere hablarnos cuando las cosas están bien, pero nuestra terquedad
hace que lo escuchemos mejor cuando estamos pasando por algún desierto. V 2 “y siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino palabra de
Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.” Para Juan tal vez el
desierto era físico lleno de arena con inclemente sol y por lo tanto con muchas
incomodidades.
Tal vez nuestro desierto no tiene
que ver con arena, pero si con muchos problemas de diferente índole. Lo importante
es que en ese problema él quiere hablarnos, no desperdicies el problema utilízalo
para escuchar la voz de Dios; a través
de ese problema algo quiere hablarte Dios.
El propósito de Dios es que en lo
espiritual tengamos vida eterna y en este mundo podamos disfrutar de vida plena
es decir una vida llena, rebosante en todo es decir Jehová quiere que tengamos
una vida agradable.
Para tener una vida agradable necesitamos:
1. Arrepentimiento. V 3 “Y él fue por toda la región contigua al Jordán,
predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados,” en
lo espiritual debemos dejar de hacer lo malo, en lo secular también debemos de
dejar lo malo, gastar más de lo que nos ganamos, no comer aquello que nos causa
daño, dormir lo necesario, no gritar sin necesidad. Etc.
2. Enderezar nuestro camino. V 4
b- 5 “Preparad el camino del Señor; Enderezad
sus sendas.” No es suficiente con arrepentirnos o reconocer que actuamos
mal, también es necesario rectificar, corregir lo malo que estamos haciendo de
manera espiritual y de manera secular.
3. No huir. V 7 “Y
decía a las multitudes que salían para ser bautizadas por él: ¡Oh generación de
víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?” El hacernos
cristianos no es para camuflar nuestros pecados. Mateo 21: 13 “y les dijo:
Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la
habéis hecho cueva de ladrones.” Jeremías 7: 11. “¿Es cueva de ladrones delante de
vuestros ojos esta casa sobre la cual es invocado mi nombre? He aquí que
también yo lo veo, dice Jehová.” Los problemas no se solucionan huyendo, es
necesario enfrentarlos. El problema en la casa no se soluciona guardando
silencio, es necesario hablar y llegar a un acuerdo.
4. Actuando de acuerdo a lo que
somos. V 8 “Haced, pues, frutos dignos de
arrepentimiento, y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos a
Abraham por padre; porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun
de estas piedras.” Solo si nos esforzamos podemos conseguir lo que
queremos.
Tener una vida agradable no solo
es vivir bien para con nosotros mismos, la vida agradable también es vivir bien
con los demás. Y para esto necesitamos desarrollar:
1. Bondad y Generosidad. V 11 “Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al
que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo.” El egoísmo nos
lleva a vivir mal, tanto que en algunos genera envidia, estrés y muchos otros
malestares.
2. Ser justo. V 13 “Él les dijo: No exijáis más de lo que os está ordenado.”
Es necesario aprender a valorar lo que otros hacen, y reconocer a cada quien lo
que merece.
3. Contentarnos con lo que
tenemos. V 14 “También le preguntaron unos
soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les dijo: No hagáis extorsión a
nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario.” Esto no
significa ser resignados, esto quiere decir que debemos disfrutar lo que
tenemos mientras luchamos por conseguir cosas mejores. Cada día debemos luchar
por mejores cosas pero sin despreciar lo que Dios nos ha dado.
El deseo de Jesucristo siempre ha
sido que tengamos vidas agradables para esto nos dio dones talentos y preparo
la tierra con todo lo necesario para que lo podamos lograr, vivir de manera
agradable o sabroso como dicen algunos depende de Nosotros y de nuestro mejor
esfuerzo.