No vivir del afán no significa que tangamos que hacer las cosas con demasiada paciencia.
Las personas con afán viven a las
carreras por este motivo no disfrutan lo que hacen, no vivir del afán es hacer
las cosas rápido, pero con los debidos controles.
El afán hace que perdamos el control
sobre lo que hacemos.
Estamos en un tiempo donde la mayoría
vivimos de mucho afán todo lo queremos de manera inmediata. Queremos café
instantáneo, almuerzos instantáneos hasta los matrimonios son instantáneos más
se demoran en conocerse que ya se están casando y por su puesto muchos con el
mismo afán con que se casaron también se separan. La recomendación que nos hace
Jesucristo es que no debemos vivir del afán. V 22 “Dijo luego a sus discípulos: Por tanto,
os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué
vestiréis.”
Como Evitar el afán en nuestra Vida.
1. Valorando Nuestra Vida. V 23 a “La vida es más que la
comida,” A
pesar de los problemas la vida es maravillosa. Las personas afanosas no se
cuidan y viven en constante riesgo innecesario.
2. Valorar Nuestro Cuerpo. V 23 b “y el cuerpo que el
vestido.” Muchas personas creen que es la ropa que la embellece. Una
persona de éxito cree que es ella quien embellece a la ropa. Tu no debes
creerte importante porque tienes un lindo auto deberías creer que sin ti el carro
no vale nada.
3. Confiar siempre en Dios. V 24 “Considerad los
cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y Dios
los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves?” por más difíciles que sean
los momentos, Dios siempre nos da lo necesario y en el momento justo.
4. Entender que por mucho que nos
afanemos nada podemos lograr. V 25 “¿Y
quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo?” las cosas que tienen que
pasar simplemente pasan.
5. Nadie puede hacer más de lo que
Dios lo preparo. V 26 “Pues si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué os afanáis
por lo demás?”
para esto Dios nos dio dones y talento de acuerdo a la capacidad de cada uno.
Éxodo 18: 25 “Escogió Moisés varones de virtud de entre todo Israel, y los puso por
jefes sobre el pueblo, sobre mil, sobre ciento, sobre cincuenta, y sobre diez.”
no te impongas más cargas de las que puedes soportar.
6. Debemos tener Fe en que todo
mejorara. V 28 “Y si así viste Dios la hierba que hoy está en el campo, y mañana es echada
al horno, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe?” por muy oscura que este la noche
siempre llegara la luz del nuevo día.
7. Dios sabe de tus problemas. Si
Dios conoce tu problema también conoce la solución por eso deja de preocuparte.
V 29-30 “Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que
habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud. Porque todas estas cosas
buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de
estas cosas.”
8. Ama lo que tienes. V 34 “Porque donde está
vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” debemos aprender a estar contentos
con lo que tenemos. Hebreos 13: 5 “Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos
con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré;” estar contentos con lo
que tenemos no significa que debemos ser resignados. La resignación produce
pobreza. Debemos amar lo que tenemos mientras luchamos por conseguir algo
mejor. El principio de la infelicidad es anhelar lo que no se tiene y no
valorar lo que se tiene.
9. Estando siempre preparados. V 40 “Vosotros, pues,
también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre
vendrá.” el afán surge cuando se deja las cosas para última hora,
planifica lo que tienes que hacer. El desorden en nuestra vida genera afán y
desesperación, no pospongas lo que tienes que hacer ahora.
10. No siendo negligente en cuanto a
lo que nos toca hacer. V 47 “Aquel siervo que, conociendo la voluntad de su señor, no se
preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes.” si tú sabes lo que
tienes que hacer no lo ignores no dejes que las cosas urgentes se conviertan en
emergencias.
El afán y la ansiedad son muy malas
consejeras cuando tomamos decisiones llevados por el afán por lo general nos
equivocamos y las cosas nos quedan mal.
Ten calma confía en Jesús piensa que
Dios te ha dotado de todo lo necesario para triunfar esfuérzate se valiente y triunfaras,
pero sobre todo tendrás paz en tu corazón.