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Hechos 20. Un Siervo de Excelencia.

 

La mayoría de quienes hemos tomado la decisión de servir a Cristo como ministros, lideres, sacerdotes o pastores nos llamamos siervos.

La cuestión no está en si le servimos o no, la pregunta es: ¿Cómo lo estamos sirviendo? ¿O qué clase de siervos somos? Ya que servir a Jesucristo lo puede hacer cualquiera.

Hoy en día hay muchas personas que porque predican el evangelio o porque se llaman pastores creen que ya están sirviendo.

Un siervo de excelencia no solo sirve, un siervo de excelencia busca cada día ser mejor o hacer mejor lo encomendado.

Un siervo excelente reconoce libremente ante los demás como esta sirviendo. V 18 “Cuando vinieron a él, les dijo: Vosotros sabéis cómo me he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día que entré en Asia,” una pregunta para nosotros sería: ¿Cómo te ven los demás o que dicen de ti los demás?

Como es un Siervo de Excelencia.

1. Sirve con toda Humildad.  V 19 a “sirviendo al Señor con toda humildad,” no se trata de solo servir, muchos sirven porque les toca hacerlo. El verdadero servicio no es por obligación el verdadero servicio es por amor.

2. Sirve a pesar que le Cause sufrimiento. V 19 b “y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido por las asechanzas de los judíos;” a todos nos gusta servir cuando somos felicitados y valoran nuestro trabajo, pero no lo hacemos cuando el servir represente sufrimiento.

4. Esforzándose por enseñar y dar lo mejor. V 20 “y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas,” todo buen maestro aprende todos los días.

5. No Busca excusas para no hacer lo que tiene que hacer. V 21” testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo.

6. Obedece sin cuestionamientos. V 22 “Ahora, he aquí, ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me ha de acontecer;

7. No deja de luchar por su propósito a pesar de los obstáculos. V 23 “salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones.

8. No se deja intimidar por lo que le pueda pasar. V 24 “Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabé mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.” un hombre de valor está dispuesto a pagar el precio, él sabe que las cosas importantes no son gratis ni fáciles.

9. Siempre anima a quienes están a su alrededor. V 27-28 “Porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios. Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.

10. Es apasionado por lo que hace. V 31 “Por tanto, velad, acordándoos que, por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno.” En una persona de valor son sus hechos los que hablan por él.

11. Trabaja y sirve siempre sin interés. V 33 “Ni plata ni oro ni vestido de nadie he codiciado.” Una persona que sirve sin esperar algo a cambio nunca se desanima de seguir sirviendo y cada día lucha por hacerlo mejor.

12. Es Apreciado por todos. V 37 “Entonces hubo gran llanto de todos; y echándose al cuello de Pablo, le besaban,” una persona de valor y de servicio siempre será recordada y extrañada por los demás.

Un siervo de excelencia no es perfecto, pero tiene la capacidad de cada día luchar por ser mejor y hacer mejor lo que se le ha encomendado.