La mayoría de quienes hemos tomado la decisión de servir a Cristo como ministros, lideres, sacerdotes o pastores nos llamamos siervos.
La cuestión
no está en si le servimos o no, la pregunta es: ¿Cómo lo estamos sirviendo? ¿O qué
clase de siervos somos? Ya que servir a Jesucristo lo puede hacer cualquiera.
Un siervo
de excelencia no solo sirve, un siervo de excelencia busca cada día ser mejor o
hacer mejor lo encomendado.
Un siervo
excelente reconoce libremente ante los demás como esta sirviendo. V 18 “Cuando vinieron a él,
les dijo: Vosotros sabéis cómo me he comportado entre vosotros todo el tiempo,
desde el primer día que entré en Asia,” una pregunta para nosotros
sería: ¿Cómo te ven los demás o que dicen de ti los demás?
Como es un Siervo de Excelencia.
1. Sirve
con toda Humildad. V 19 a “sirviendo al Señor con
toda humildad,” no se trata de solo servir, muchos sirven porque les
toca hacerlo. El verdadero servicio no es por obligación el verdadero servicio
es por amor.
2. Sirve a
pesar que le Cause sufrimiento. V 19 b “y con muchas lágrimas, y pruebas que
me han venido por las asechanzas de los judíos;” a todos
nos gusta servir cuando somos felicitados y valoran nuestro trabajo, pero no lo
hacemos cuando el servir represente sufrimiento.
4.
Esforzándose por enseñar y dar lo mejor. V 20 “y cómo nada que fuese útil he
rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas,”
todo buen maestro aprende todos los días.
5. No Busca
excusas para no hacer lo que tiene que hacer. V 21” testificando a judíos
y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro
Señor Jesucristo.”
6. Obedece
sin cuestionamientos. V 22 “Ahora, he aquí, ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin
saber lo que allá me ha de acontecer;”
7. No deja
de luchar por su propósito a pesar de los obstáculos. V 23 “salvo que el Espíritu
Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan
prisiones y tribulaciones.”
8. No se
deja intimidar por lo que le pueda pasar. V 24 “Pero de ninguna cosa hago caso, ni
estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabé mi carrera con gozo, y
el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de
la gracia de Dios.” un hombre
de valor está dispuesto a pagar el precio, él sabe que las cosas importantes no
son gratis ni fáciles.
9. Siempre
anima a quienes están a su alrededor. V 27-28 “Porque no he rehuido
anunciaros todo el consejo de Dios. Por tanto, mirad por vosotros, y por todo
el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la
iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.”
10. Es
apasionado por lo que hace. V 31 “Por tanto, velad, acordándoos que, por tres años,
de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno.” En una persona de valor son sus hechos los que
hablan por él.
11. Trabaja
y sirve siempre sin interés. V 33 “Ni plata ni oro ni vestido de nadie he codiciado.” Una persona que sirve sin esperar algo a cambio
nunca se desanima de seguir sirviendo y cada día lucha por hacerlo mejor.
12. Es
Apreciado por todos. V 37 “Entonces hubo gran llanto de todos; y echándose al cuello
de Pablo, le besaban,” una persona de valor y de
servicio siempre será recordada y extrañada por los demás.
Un siervo
de excelencia no es perfecto, pero tiene la capacidad de cada día luchar por
ser mejor y hacer mejor lo que se le ha encomendado.