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Juan 21. Vuelve a Intentarlo.


 Jesucristo a todos nos dio dones y talentos a través de los cuales podemos triunfar y lograr grandes cosas.

Dios nos dio el poder de hacer las riquezas. Deuteronomio 8: 18 “Mas acuérdate del Señor tu Dios, porque Él es el que te da poder para hacer riquezas, a fin de confirmar su pacto, el cual juró a tus padres como en este día.

Pero no importa cuán preparados estemos o cuantos dones y talentos tengamos, siempre habrá la posibilidad de que algo salga mal.

Las personas de éxito no son aquellas que nunca han fallado o que nunca se han equivocado, las personas de éxito son aquellas que no importa cuántas veces fallen siempre están dispuestos a volverlo a intentar.

Simón Pedro estaba pasando por uno de esos momentos difíciles, él era un experto pescador, pero a pesar de todo su conocimiento esa noche no fue la mejor, no había pescado nada. V 3 “Simón Pedro les dijo: Voy a pescar. Ellos le dijeron: Vamos nosotros también contigo. Fueron, y entraron en una barca; y aquella noche no pescaron nada.

Para Jesucristo y para cualquier persona de éxito lo terrible no es caer lo terrible es no tener la capacidad para volverse a levantar.

Una persona de éxito en lo espiritual o en lo secular cada vez que se equivoca corrige y vuelve a intentarlo. Proverbios 24: 16 “Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; Mas los impíos caerán en el mal.

Si hoy contamos con muchos inventos beneficiosos para la humanidad es por que hubo personas que nunca se dieron por vencidos y por más que fallaron muchas veces, muchas veces lo volvieron a intentar hasta lograr lo que querían crear.

Como volverlo a Intentar.

1. Nunca te canses de Insistir a si parezca imposible lograr algo. V 6 “Él les dijo: Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis. Entonces la echaron, y ya no la podían sacar, por la gran cantidad de peces.” pedro no había pescado en toda la noche, pero le creyó a la recomendación de Jesús, aunque él no sabía quién era.

Pedro siempre aceptaba recomendaciones recuerda que la primera vez que Jesús se le aparece para convertirlo en su discípulo también pedro estaba pasando por una situación parecida toda la noche no había pescado. Lucas 5: 5 “Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; más en tu palabra echaré la red.

2. Ve al encuentro de lo que quieres. V 7 “Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba dijo a Pedro: ¡Es el Señor! Simón Pedro, cuando oyó que era el Señor, se ciñó la ropa (porque se había despojado de ella), y se echó al mar.” En el plan espiritual acércate a Jesús en el plan secular corre Asia tu meta. Si tú te acercas a Jesús él se acercará a ti. Santiago 4: 8 “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.

Las personas de éxito no esperan a que las cosas sucedan porque si o por casualidad, ellos hacen que las cosas sucedan.

Que impide que alguien salga al encuentro de sus Oportunidades.

2.1. La Pereza. Proverbios 13: 4 “El alma del perezoso desea, y nada alcanza; Mas el alma de los diligentes será prosperada.

2.2. El desánimo. Una persona desanimada es aquella que ya no tiene sueños o anhelos que alcanzar.

2.3. La Inseguridad. No sabe en que creer o que hacer.

3. Lucha por darte y Dar otra oportunidad. Jesús ya sabía que pedro se iba a desanimar de esperarlo. Lucas 22: 31-32 “Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.

4. Piensa en la importancia de tu propósito. Pedro fue llamado por Jesús para pecar hombres y tenía que demostrar su amor pastoreando almas. Juan 21: 15 “Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos.

Las cosas importantes no resultan de la noche a la mañana o de manera muy fácil, las cosas importantes requieren paciencia para volverlo a intentar una y otra vez.