Muchos de los que hemos sido llamados por Jesucristo a servirle o hacer parte de su pueblo en algunas ocasiones nos creemos mejores que los demás y hasta humillamos a quienes no se congregan con nosotros.
El Apóstol
Pablo a través de este capítulo quiere hacernos entender que ahora nosotros
hacemos parte del pueblo de Jesucristo no por merecimiento, lo hacemos es por
misericordia de Dios.
Jehová es
un Dios maravilloso su intención era solo salvar a su pueblo Israel, pero tuvo
misericordia de nosotros los gentiles los que no éramos su pueblo.
El pueblo
de Israel desprecio a Jehová y por esta razón nos llamó a nosotros para darles
celos a ellos y de esta forma hacer que ellos se vuelvan a Jehová. V 11 “Digo, pues: ¿Han
tropezado los de Israel para que cayesen? En ninguna manera; pero por su
transgresión vino la salvación a los gentiles, para provocarles a celos.”
El conocer
todo esto nos debe llevar a valorar el llamado de Dios. Cuando tú y yo nos
creemos muy importantes por lo general despreciamos a los demás.
Que cosas debemos tener en cuenta.
1. El
Interés de Dios es Salvar a su pueblo. V 13-14 “Porque a vosotros hablo, gentiles.
Por cuanto yo soy apóstol a los gentiles, honro mi ministerio, por si en alguna
manera pueda provocar a celos a los de mi sangre, y hacer salvos a algunos de
ellos.” El saber esto no es para
menospreciarnos el saber esto nos debe llevar a valorar el amor de Dios por
nosotros.
2. Nosotros
no éramos nada, pero Dios nos hace parte de su Pueblo. V 17 “Pues si algunas de las
ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en
lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del
olivo,”
3. No
debemos jactarnos o creernos más. V 18 “no te jactes contra las ramas; y si
te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti.”
el ser bendecido por Jesucristo nos debe llevar a compartir de nuestro
maravilloso Dios sin causar daño a quienes de alguna manera están alejados de
Cristo.
4.
Mantengamos nuestra Humildad. V 20 “Bien; por su incredulidad fueron desgajadas, pero
tú por la fe estás en pie. No te ensoberbezcas, sino teme.” Entre más bendecidos seamos más humildes debemos
ser. Una persona humilde tiene más posibilidades de compartir de Cristo. La
arrogancia nos aleja de Dios y de los demás.
5. Dios no perdona
a las personas soberbias. V 21 “Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti
tampoco te perdonará.” Las
personas soberbias están condenadas a quedarse solas.
6. Jehová
es amor, pero también es un Dios severo. V 22 “Mira, pues, la bondad y la severidad
de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para
contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás
cortado.” Los cristianos mañosos que les
cuesta someterse a Dios solo predican a un Dios de amor y que no castiga. Dios
como todo buen padre es complaciente en algunas cosas, pero también nos corrige
cuando hacemos las cosas mal.
7. Dios nos
tiene paciencia. V 25-26 “Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio,
para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a
Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los
gentiles; y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el
Libertador, Que apartará de Jacob la impiedad.”
Muchas personas confunden la paciencia de Dios con alcahuetería y creen que
Dios nunca castigara.
8. Dios
está dispuesto hacer cualquier cosa con tal de ayudarnos. V 32 “Porque Dios sujetó a
todos en desobediencia, para tener misericordia de todos.”
Dios nos Ama
tanto que nosotros no siendo nada él nos da valía y nos exalta, no te creas lo
que no eres acepta con humildad el llamado de Dios. Si le estas sirviendo hazlo
con amor pensando que servirle a Jesucristo es todo un privilegio inmerecido.