El apóstol Pablo estaba preocupado al ver como cada día el mundo cree menos en Jesucristo.
La culpa
obviamente no es de Jesucristo, la culpa es de nosotros los cristianos, es
nuestro mal testimonio lo que hace que cada día la gente del mudo crea menos.
Con el
pasar de los años nos vamos dando cuenta que la vida de muchos cristianos ya no
marca diferencia con respecto a los que no son cristianos.
En el argot comercial se dice que la
mejor publicidad y la más efectiva es la que se la conoce como boca a boca o
voz a voz.
Este tipo de publicidad es la que la
misma gente o los mismos clientes la pasan de persona a persona.
Este tipo de publicidad funciona de
dos maneras, positiva y negativa.
Positiva este tipo de publicidad la
transmiten clientes satisfechos con el producto, con la atención y lógicamente
con la calidad de lo que compraron.
La buena atención y el excelente
producto hace que cada día el establecimiento se vuelva más popular y la gente
desee ir de compras a ese establecimiento.
Negativa: cuando el producto no es
tal como el que ofrecen y lógicamente la atención recibida de parte de los empleados
no es la mejor o la que se esperaba.
Los clientes insatisfechos se
encargan de regar la mala noticia y cada vez son las las personas que sin
conocer el producto y la atención no quieren ir de compras a ese
establecimiento.
El Apóstol Pablo considera que la
causa por la cual cada día son más las personas que no quieren aceptar a Jesucristo
es la mala publicidad que le hacemos nosotros los cristianos. V 24 “Porque
como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa
de vosotros”
El problema está en que la gran mayoría
de los nuevos cristianos tan solo nos hemos convertido en oidores de la palabra,
pero no en hacedores. V 13 “porque no son los oidores de la ley los
justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados.” el
ser tan solo oidores hace que nuestra vida no sea transformada.
Los
cristianos que son tan solo oidores por lo general hacen todo lo contrario a la
teoría que predican.
1. Juzgamos
y condenamos a todo el mundo. V 1 “Por lo cual eres inexcusable, oh
hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te
condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo” el cristiano que tan solo es un oidor dela palabra por
lo general cree que es el único que se va a salvar y manda al infierno a todo
aquel que no pertenece a su congregación.
2. Enseñamos
lo que no vivimos. V 21 “Tú,
pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se
ha de hurtar, ¿hurtas?” los cristianos tan solo oidores
siempre exigen de las demás cosas que ellos no pueden hacer.
3.Ya no
idolatramos imágenes, pero nos convertimos en idolatras de los hombres y de las
cosas materiales que tenemos. V 22 “Tú que dices que no se ha de
adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio?” muchos cristianos vuelven dioses a quienes Jesucristo
los utiliza para hacer algún tipo de milagros.
4. Hacemos
alarde de ser muy conocedores de la biblia, pero no la cumplimos. V 23 “Tú que te jactas de la ley, ¿con
infracción de la ley deshonras a Dios?” muchos
cristianos religiosos a todo el mundo le recitan la biblia, pero a la ves su corazón
está lleno de odio y resentimiento por quienes no comparten sus creencias.
Cristiano
no es el que lo anda pregonando a los cuatro vientos, cristiano es aquel que de
corazón obedece a las normas de Cristo. V 28-29 “Pues no es judío el que lo es
exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; 29 sino
que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón,
en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de
Dios.”
Jesucristo
no solo quiere oidores de su palabra, él quiere que nos esforcemos por ser
hacedores, es decir que seamos capaces de cumplir lo que le exigimos a otros,
no se trata de que hagamos hermosas conferencias para los demás pero que no
transforma nuestra vida.