Cualquier cosa que nosotros hagamos sin ningún propósito nos va a ser difícil entender.
Todo sufrimiento
sin propósito nos causa más dolor.
Cuando sufrimos
para conseguir algo no es que no nos duela, el dolor con propósito es más fácil
de superar y asimilar.
En este
mundo no somos los únicos que tenemos sufrimientos, a través de los
sufrimientos somos entrenados para convertirnos en instrumento útil en las
manos de Jesucristo. V 6 “Pero si somos atribulados, es para vuestra consolación y
salvación; o si somos consolados, es para vuestra consolación y salvación, la
cual se opera en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también
padecemos.”
Como darle propósito a nuestros Sufrimientos.
1. Aceptar
que conseguir cosas genera sufrimiento. V 8 “Porque hermanos, no queremos que
ignoréis acerca de nuestra tribulación que nos sobrevino en Asia; pues fuimos
abrumados sobremanera más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que aun
perdimos la esperanza de conservar la vida.”
Aceptar que las cosas no son fáciles nos permite prepararnos y entrenarnos.
2. Entendiendo
que hay cosas que en nuestras fuerzas no podemos conseguir. V 9 “Pero tuvimos en
nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros
mismos, sino en Dios que resucita a los muertos” esto nos
ayuda a mantenernos unidos a Jesucristo.
3.
Confiando que es Cristo quien nos libra de aflicciones venideras. V 10 “el cual nos libró, y
nos libra, y en quien esperamos que aún nos librará, de tan gran muerte”
si creemos que Jesucristo tiene un propósito con nosotros debemos creer que él
nos ayudara.
4. Fortaleciéndonos
siempre en la Oración. V 11 “cooperando también vosotros a favor nuestro con la oración,
para que por muchas personas sean dadas gracias a favor nuestro por el don
concedido a nosotros por medio de muchos.”
La oración no solo es para pedir, a través de la oración nuestra vida adquiere propósito.
5.
Preparándonos para los momentos difíciles. Jehová no quiere escondernos en una
burbuja de cristal él nos prepara para la guerra. Salmos 144: 1 “Bendito sea Jehová, mi
roca, Quien adiestra mis manos para la batalla, Y mis dedos para la guerra;”
Un
verdadero padre en lugar de sobreproteger a sus hijos haciéndoles todo y evitándoles
cualquier sufrimiento deberían entrenarlos para las dificultades que ofrece la
vida.
6. Viendo
las dificultades como algo normal y natural. 1 Pedro 5: 9 “al cual resistid
firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros
hermanos en todo el mundo.” todos en
el mundo sufren de una o de otra forma. Lo malo no es tener dificultades lo
malo es dejarnos dominar por ellas.
7.
Esforzándonos y siendo valientes. Josué 1: 8 “Nunca se apartará de tu boca este
libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y
hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás
prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.”
cada vez que nos proponemos alcanzar alguna meta importante siempre tendremos aflicciones.
Si las
cosas grandes e importantes fueran fáciles de conseguir cualquiera lo podría
lograr, si las cosas importantes son fáciles de conseguir automáticamente dejan
de ser importantes.
Las grandes
celebridades de la tierra o las personas que han logrado alcanzar el éxito son
aquellas que han superado todo momento de aflicción.
Jesucristo
no nos promete quitarnos todos los problemas, pero si nos promete estar siempre
con nosotros. Isaías 43: 2 “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los
ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama
arderá en ti.” note algo… Jehová no dice si de pronto tienes que
pasar por el fuego o por el agua. Él lo Afirma ¡cuando pases por el fuego! esto
quiere decir que es necesario que pasemos por esos momentos de dificultad para
lograr lo que queremos.