En este mundo encontramos diferentes clases de países, vemos unos que se los llama los desarrollados y otros considerados como países subdesarrollados.
Entre otras muchas diferencias encontramos una muy especial, los países prósperos
son aquellos que ven como bendición el dar, el ayudar o el patrocinar.
Muchos de estos países prósperos practican una ley bíblica que posiblemente
ellos ni siquiera saben de su existencia, pero la aplican.
Ellos tienen muy en claro que la única forma de cosechar es sembrando y la única
forma de obtener ganancias es invirtiendo.
Lo que nosotros hagamos por los demás o por las instituciones se nos
devuelve el doble. Mateo 7: 12 “Así que, todas las cosas que
queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con
ellos; porque esto es la ley y los profetas”
Como sembrar para cosechar.
1. Dando de Buena Voluntad. V 2 “pues conozco vuestra buena voluntad, de la cual yo
me glorío entre los de Macedonia, que Acaya está preparada desde el año pasado;
y vuestro celo ha estimulado a la mayoría” cuando nos nace dar lo
disfrutamos y todo lo que disfrutamos genera positivismo.
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1.1. Nuestros pensamientos positivos son los que
actúan como imán atrayendo todo lo que nos gusta.
2. Preparando lo que queremos
dar. V 3 “Pero he enviado a los hermanos, para que nuestro gloriarnos de vosotros no
sea vano en esta parte; para que como lo he dicho, estéis preparados” cuando el dar no es un
acto de la casualidad damos lo mejor de nosotros.
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2.1. Solo cuando se da lo mejor terminamos recibiendo
lo mejor. A esto en el mundo se le llama la ley de la compensación.
3. El dar debe ser una
Disposición. V 4 “no sea que, si vinieren conmigo algunos macedonios, y os hallaren
desprevenidos, nos avergoncemos nosotros, por no decir vosotros, de esta
nuestra confianza.” debemos estar siempre dispuestos a dar, solo de esta
forma no nos cansamos de hacerlo.
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3.1. El adagio popular dice: hoy por mi mañana por Ti.
De la misma actitud conque damos el día de mañana nos darán a nosotros con
buena gana o de mala Gana.
4. Debe darse por generosidad y
no por Obligación. V 5 “Por tanto, tuve por necesario exhortar a los hermanos que fuesen primero a
vosotros y preparasen primero vuestra generosidad antes prometida, para que
esté lista como de generosidad, y no como de exigencia nuestra” cuando damos con generosidad hacemos que las personas a quienes ayudamos se
sientan bien.
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4.1. Muchas madres de familia prefieren en el día de
las madres un regalo muy sencillo, pero con generosidad a un Regalo muy costoso,
pero con una actitud de mezquindad.
5. Debo dar de acuerdo a lo que
me Gustaría Recibir. V 6 “Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y
el que siembra generosamente, generosamente también segará” lo que queremos recibir debe ser coherente con lo que estamos dispuestos a
dar.
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5.1. no podemos esperar mucho de los demás cuando el
dar es algo que nos molesta. A esto se le llama la ley de la siembra y la
cosecha. Gálatas 6: 7 “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre
sembrare, eso también segará”
6. Debe darse con Alegría. V 7 “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con
tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre” las personas que dan esperando recibir algo por lo general se cargan y
viven decepcionadas.
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6.1. Cuando damos sin esperar nada a cambio, nos
alegramos por cualquier manifestación de agradecimiento por pequeña que sea.
7. Debemos proponernos dar
entendiendo que Jesucristo da a quien quiere Dar. V 10 “Y el que da semilla al que siembra, y pan al que
come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de
vuestra justicia” si nosotros le decimos a Dios que queremos dar pero
que no tenemos él nos provee.
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7.1. Que el No tener no sea excusa para no dar, tan
solo con tener un corazón dadivoso es suficiente para que Jesucristo nos provea
y abra las puertas de los cielos a nuestro favor.
Nosotros podemos hacer del dar una bendición o una
maldición, el dar con tacañería nos hace vivir en pobreza y tristeza; el dar
con alegría hace que lo que damos se nos devuelva mil veces en forma de
bendición.