La verdad es que la convivencia en este mundo cada día es menos posible, cada vez hay más conflictos debido a la falta de tolerancia.
Muchos cristianos
nos contentamos con tener una supuesta vida agradable a Dios, pero bastante
desagradable para los demás.
Quienes decimos
amar a Jesucristo, pero odiamos a los demás para Jesucristo no somos más que
unos mentirosos.
Una vida espiritual
sana y equilibrada ama a Dios, se ama a sí mismo y ama a los demás, amar a los demás
no significa que siempre estemos de acuerdo con ellos.
Como es una persona agradable.
1. Es
ejemplo y mejora cada día más. V 1 “Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en
el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo os conviene
conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más.”
la mejor forma de enseñar a los demás es siendo ejemplo. ¿Cómo quieres que sean
tus hijos? Se ejemplo para ellos y lo lograras.
2. Lucha
cada día por la Santificación. V 3 “pues la voluntad de Dios es vuestra santificación;
que os apartéis de fornicación;” ser santo no es nunca equivocarse
ser santo es tener la capacidad de reconocer sus errores y corregirlos. A esto
se le llama apartado para Dios.
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2.1. La santificación no es una meta
para alcanzar, la santificación es un camino que debemos recorrer todos los días.
3. Mantiene
su matrimonio en Santidad. V 4-5 “que cada uno de vosotros sepa tener su propia
esposa en santidad y honor; no en pasión de concupiscencia, como los gentiles
que no conocen a Dios” el hecho de que seamos esposos no
nos autoriza a tener relaciones incorrectas y desagradables.
4. No
engaña a los demás. V 6-7 “que ninguno agravie ni
engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os
hemos dicho y testificado. Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a
santificación.” La santidad se la prueba
en nuestro actuar de cada día, en los negocios y en los diferentes compromisos
diarios.
5. Ama a
los demás y deja que lo amen. V 9 “Pero acerca del amor fraternal no tenéis necesidad
de que os escriba, porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os améis
unos a otros” si nos amamos los unos a los otros no nos hacemos
daño y por lo contrario nos ayudamos mutuamente a esto se le llama vivir en
paz. A muchas personas les molesta sentirse amados.
6. Es un
buen trabajador. V 11 “y que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros
negocios, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado”
una persona que está ocupada en algo es una persona que desarrolla tranquilidad
y lo más importante una persona que trabaja no tiene la necesidad de robar. V
12 “a fin
de que os conduzcáis honradamente para con los de afuera, y no tengáis
necesidad de nada.”
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6.1. Cuando los padres no inculcan
a sus hijos el buen habito del trabajo los están condenando a tener una vida
pereza y de delitos. El trabajo debe ser una exigencia en los hogares. 2
tesalonicenses 3: 10 “Porque también cuando estábamos con vosotros, os
ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.”
7. Tiene la
capacidad de dar animo al que esta caído. V 18 “Por tanto, alentaos los
unos a los otros con estas palabras.” un buen cristiano por lo
general es el que hace parte de la solución y no del problema.
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7.1. Un buen cristiano con una vida
que le agrada a Dios es aquel que tiene la capacidad de ser un pacificador, en
lugar de avivar el fuego de la discordia lo apaga y en lugar agrandar el
conflicto lo minimiza.
En lugar de
andar buscando iglesias con gente agradable que nos hagan sentir bien o cómodos,
deberíamos luchar por nosotros ser agradables y hacer sentir bien a los demás
en cualquier lugar donde nos encontremos.