Todos los cristianos al igual que los programas de computación podríamos decir que por el hecho de haber recibido a Jesucristo en nuestro corazón ya nos consideramos hijos de Jehová Dios.
Cuando recibimos
a Jesucristo en nuestro corazón adquirimos el poder o la autoridad para llegar
a ser hijos de Dios. Juan 1: 12 “Mas a todos los que le
recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos
de Dios;”
No son
nuestras palabras las que nos identifica como hijos de Dios, son nuestros actos
o nuestra manera de comportarnos lo que nos identifica como hijos de Dios.
Dios nos
llama sus hijos no porque lo merezcamos, el nos llama hijos porque tiene
misericordia de nosotros. V 1 “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos
llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a
él.” Saber esto nos hace ser humildes delante de los demás.
Como saber
si en verdad somos hijos de Dios.
1.Ya no deberíamos
practicar el Pecado V 8 “El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo
peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las
obras del diablo.” nuestros
actos o nuestra forma de hacer las cosas determinan quienes somos y a quien le
pertenecemos.
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1.1. Si decimos que somos hijos de
un rey deberíamos comportarnos como príncipes y no como gamines.
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1.2. Los hijos de Dios luchamos por
no pecar. V 9 “Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la
simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.”
solo los que no practican el pecado pueden llamarse hijos de Dios. Ojo la
palabra dice el que practica no el que todavía tiene debilidades la palabra
dice que todos somos pecadores. 1 Juan 1: 8 “Si decimos que no tenemos pecado,
nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.”
2. Los
hijos de Dios aman a sus semejantes, los hijos del diablo no tienen la
capacidad de amar. V 10 “En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del
diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de
Dios.” hay muchos cristianos en cargos
de importancia, son líderes o hasta pastores, pero se la pasan maquinando en
contra de otros cristianos. ¿De quién son hijos?
5. Renunciamos
a la envidia y procuramos ayudar a los demás. V 12 “No como Caín, que era del maligno y
mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las
de su hermano justas.” la
envidia no es de los hijos de Dios.
6. Los
hijos de Dios no aborrecen a los demás, los hijos del diablo aborrecen a todo
aquel que no comparte sus ideas religiosas o seculares. V 15 “Todo aquel que
aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida
eterna permanente en él.” recuerda
que el que dice que ama a Dios, pero aborrece a su hermano es un mentiroso. 1
Juan 4: 20 “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues
el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no
ha visto?”
7. A un
hijo de Dios le gusta ayudar a los demás, a los hijos del diablo, les molesta
ayudar. V 17-18 “Pero el que tiene
bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su
corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no amemos de palabra
ni de lengua, sino de hecho y en verdad.”
el egoísmo no cabe en el corazón de un cristiano.
Todos los
cristianos decimos ser hijos de Dios, pero solo nuestros actos lo confirman, es
nuestra forma de actuar la que deja al descubierto de quien somos hijos.