Todos los cristianos aseguramos que somos hijos de Dios, una de las características principales de los hijos es que tenemos la esencia del padre o al menos en algo nos tenemos que parecer.
Si estamos
seguros que somos hijos de Dios en algo nos tenemos que parecer a él.
La esencia
de Jehová es el amor, es decir él es amor. V 8 “El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios
es amor”
El problema
es que muchos de quienes aseguran ser hijos de Dios y los únicos que se han de
salvar, están llenos de rencor y odio por quienes no pertenecen a su congregación.
Como
debemos actuar si somos fuente de amor o tenemos la esencia de Dios el Amor.
1. Nos
amamos los unos a los otros. V 7 “Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es
de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios”
el manifestar nuestro amor a los demás, en la iglesia o fuera de ella es lo que
nos identifica como hijos de Dios.
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1.1. Conocer a Dios es amar a los demás.
V 8 “El
que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor”
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1.2. Si Jehová nuestro padre ama a
todo el mundo nosotros debemos parecernos a él en el amor por los demás. V 11 “Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también
nosotros amarnos unos a otros”
2. El amor
nos hace entregar, dar más que solo pedir. V 9 “En esto se mostró el amor de Dios para con
nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por
él” así como Jehová entrego lo que más amaba, a su hijo,
nosotros debemos estar dispuestos a entregar lo que más amamos a favor de los demás.
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2.1. Entregar nuestro tiempo. Muchas
personas trabajan tan duro que no tienen tiempo para su pareja, sus hijos y
toda su familia.
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2.2. Otras personas han permitido
que la modernidad tal como el celular, el computador o la televisión los alejen
de sus seres queridos.
3. Damos el
primer paso para amar, no esperamos que otros nos amen para nosotros amarlos. V
10 “En
esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él
nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados”
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3.1. Jehová es nuestro ejemplo. El a
pesar de nuestra maldad e indiferencia hacia él nos amó y dio a su hijo para
nuestro rescate.
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3.2. No esperes a que otros te
saluden para tu saludar, no esperes a que otros te traten bien para tu tratar
bien.
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3.3. Nosotros debemos dar primero para
recibir, debemos sembrar en los demás lo que queremos cosechar de ellos.
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3.4. Jehová no espero a que
nosotros lo amaramos, él nos amó primero. V 19 “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.”
4. El amar
a los demás es la manifestación del amor que le tenemos a Dios. V 20 “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su
hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo
puede amar a Dios a quien no ha visto?” todo
aquel que dice que ama profundamente a Jehová y que es el único que se va a salvar,
pero no demuestra su amor a los demás es un mentiroso.
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4.1. El amor a los demás nos
permite perdonar y dar otra oportunidad a quienes nos ofenden de manera
intencional o sin saberlo.
Si los
cristianos decimos que somos hijos de Dios, debemos ser fuente de amor, todo lo
que hagamos lo debemos hacer con amor y no por interés ni mucho menos por obligación.