Congregarse no es más que reunirse un grupo de personas con determinado fin.
En este
caso a nivel espiritual, el propósito de reunirnos con otras personas que profesan
nuestra misma fe o creencia es para adorar a Jehová y su hijo Jesucristo.
Debe quedar claro que el congregarnos no es lo que nos da salvación, lo que genera salvación y vida eterna es el conocimiento que tengamos sobre Jehová y su hijo. Juan 17: 3 “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.”
El
congregarnos no es un sacrificio que hacemos para agradar a Jesucristo, a Dios
no le gusta los sacrificios de animales o cosas.
Hebreos 10:
25 “no
dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos;
y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.”
El problema
es que muchos no saben para que se congregan, creen que se deben congregar para
pedir milagros para exigirle a Dios por sus peticiones.
Dios no
quiere sacrificios de cosas o de animales. V 8 “Diciendo primero: Sacrificio y
ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron
(las cuales cosas se ofrecen según la ley)” de nada
sirve que le sacrifiquemos parte del tiempo que Dios nos ha dado o que sacrifiquemos
algunos de nuestros gustos personales si nuestra vida sigue igual.
El mejor
sacrificio y el único que le podemos ofrecer es nuestro propio cuerpo o
nosotros mismos. V 5 “Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y
ofrenda no quisiste; Mas me preparaste cuerpo.”
Jesús fue
el primero en ofrecerse como ejemplo a seguir. 10 “En esa voluntad somos santificados
mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre”
Tu y yo, o
cada uno de quienes se congrega en algún lugar deben ser el sacrificio o la
ofrenda para Jehová. Romanos 12: 1 “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias
de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a
Dios, que es vuestro culto racional.”
La recomendación
de Jesucristo a través del apóstol pablo es que nuca nos acostumbremos a no
congregarnos. V 25 a “no
dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre”
Los humanos
somos seres de costumbre, nos acostumbramos hacer lo malo o nos acostumbramos
hacer lo bueno.
Nos podemos
acostumbrar a saludar cuando salimos o llegamos a cualquier lugar o nos
acostumbramos a la mala educación y preferimos no saludar.
Razones para congregarnos.
1. Para exhortarnos
de manera mutua. Hebreos 10: 25 “sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que
aquel día se acerca.” Exhortar es estimularnos.
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1.2. En el transcurso de la semana
lo más probable es que hayamos sufrido cantidad de tropiezos que nos desaniman y
no queremos seguir adelante.
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1.3. En el culto tenemos la
oportunidad de levantar al caído o de escuchar palabra de estímulo que nos ayuda
a levantarnos.
2. Estimularnos
a practicar el Amor. V 24 a “Y
considerémonos unos a otros para estimularnos al amor” el amor
se ejercita a través de la práctica.
·
2.1. En la congregación encontramos
personas con diferentes conflictos posiblemente igual a los nuestros, de manera
mutua nos estimulamos para perdonar a quienes nos ofenden.
3. Nos
estimulamos a practicar las buenas obras. V 24 b “y a las buenas obras”
al estar con otras personas con más necesidades que las nuestras nos damos
cuenta que en realidad nosotros somos bendecidos, esto nos estimula para ayudar
a quien necesita.
·
3.1. Las buenas obras tampoco nos
salvan, pero si dicen mucho de qué tipo de personas somos o de en quien hemos
creído.
El congregarnos
con más personas para alabar a Jesucristo es muy importante, nos estimulamos
mutuamente y nuestra fe crece y se fortalece.