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Santiago 1. Requisitos para Triunfar

 

Jesucristo a todos nos hizo para triunfar, la prueba está en que a todos nos dio dones y talentos.

A pesar de que todos tenemos dones y talentos a ninguno nos hizo inútiles la verdad es que en este mundo son más las personas fracasadas que las que han conseguido triunfar.

La culpa lógicamente no es de Dios, la culpa es de cada persona que no hace lo suficiente para activar esos dones y poder triunfar.

Requisitos para Triunfar.

1. Convirtiendo las pruebas en oportunidades para mejorar. V 2 “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas” de ti depende si ves las pruebas como oportunidades de avanzar o como obstáculos en tu caminar.

2. Esperando los momentos oportunos para actuar. V 3 “sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia” el no esperar el momento oportuno hace que nos llenemos de desesperación, la desesperación nos lleva a la ansiedad y la ansiedad nos hace equivocar en nuestras decisiones.

3. Deseando tener Sabiduría más que abundancia de dinero. V 5 “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.” Si no sabes qué hacer con tus problemas o si te cuesta esperar en paz muy posiblemente es que te falta sabiduría. La inteligencia se puede desarrollar con ejercicios mentales, la sabiduría la da Dios.

4. Pidiendo y actuando con Fe. V 6 “Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra” de nada sirve tener mucha Fe si no se actúa para conseguir lo que se quiere.

5. No siendo de Doble Animo. 8 “El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.” Una persona que un día quiere una cosa, pero al rato ya quiere otra o alguien que no sabe con exactitud que quiere, difícilmente alcanzara el éxito en lo Espiritual o en lo secular.

6. Soportando las tentaciones. V 12 “Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman” las tentaciones no necesariamente son de carácter Sexual o inmoral. Si tú tienes que madrugar a estudiar o trabajar puedes ser tentado en quedarte un rato más en la cama, si tienes guardado un dinero para invertir puedes ser tentado a gastártelo en algo inoficioso.

7. Desechando toda excusa. V 13 “Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie” no buscando culpables. Las excusas solo nos hacen mediocres y nos impiden avanzar. El aceptar nuestra culpa permite que podamos corregir.

8. Hablando menos y Escuchando más. V 19 “Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;” a los seres humanos nos encanta que nos escuchen, pero no nos gusta escuchar. En nuestras oraciones estamos tan ocupados lamentándonos que no podemos escuchar la voz de Dios.

9. Escuchando la palabra de Dios. V 21 “Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas” la palabra de Dios es lumbrera a nuestro caminar, nos guía por el sendero correcto. Salmos 119: 105 “Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.

10. Poniendo en Práctica lo que sabemos tanto en lo espiritual como en lo secular. V 22 “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.” de nada sirve sabernos la biblia de memoria si no la practicamos, de nada sirve ser expertos en cualquier área de nuestra vida si no la llevamos a la práctica.

De nada sirve que creas que estas en la mejor iglesia y que eres el único que se va a salvar si tu vida cada día es más miserable.

Saber mucho y no practicar nada es lo mismo que saber quién soy, pero no saber cómo soy, no tener un propósito en la vida es lo m ismo que estar perdido. V 23-24 “Porque si alguno es oidor de la palabra, pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.

Jesucristo nos dio dones y talentos para que podamos conseguir todo lo que nos propongamos, pero eso depende del esfuerzo y la dedicación que tengamos.