Un siervo de Dios como su nombre lo indica. es alguien que Dios en su profunda misericordia lo llama a su servicio.
El llamado
de Dios a sus ministros no depende de nuestra habilidad o de nuestros talentos,
ni siquiera de nuestra buena relación con Dios.
No depende
de nuestra decisión. No somos nosotros quienes tomamos la decisión de ser sus
siervos, es el quien nos llama.
Muchas personas
desean servirle a Jesucristo lo hacen con todo su amor, pero si no son llamados o
elegidos todos sus esfuerzos son infructuosos.
El que es
llamado o escogido por Dios no necesita hacer mucho esfuerzo para que lo que
hace resulte fructífero.
Muchas personas
de las que le están sirviendo a Dios lo hacen por muchas razones unos llamado y
otros simplemente ellos se ofrecen por múltiples razones. Filipenses 1: 15 “Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y
contienda; pero otros de buena voluntad.”
Lo importante de ser Llamados.
1. Dios nos
da la hoja de Ruta, es decir él nos dice hacia dónde ir. V 1 “Pero Jehová había dicho a Abram:
Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que
te mostraré.” El que no es llamado tiene toda la buena disposición,
pero lastimosamente no sabe para dónde ir.
2. Dios se
encarga del crecimiento o de la Multiplicación. V 2 a “Y haré de ti una nación grande,” el
crecimiento de una iglesia no depende de los magnificaos planes de acción que
se tenga, el plan de acción sirve para mejorar el funcionamiento del
crecimiento que da Dios.
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2.1. Multiplica la membresía de
manera sobrenatural. Hechos 2: 47 “alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el
Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.”
Los siervos que no tienen el llamado tienen que ganar gente dándoles obsequios
materiales (ropa, comida, regalos para los hijos etc.)
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2.2. Los siervos que tienen el
llamado lo único que hacen es predicar la palabra de Dios y Dios envía a la gente
hambrienta y sedienta de su palabra.
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2.3. Las iglesias que son dirigidas
por muy buenos y excelentes siervos, pero no llamados por Dios sino nombrados
por los hombres, no importa cuántos años tengan de fundadas siempre actuaran en
lo natural, no en lo sobrenatural.
3. Nos
Bendice. V 2 b “y te bendeciré,”
la bendición del llamado impide que otros nos maldigan. Cuando Dios te llama
muchos van a querer obstruir tu camino, pero nada podrán hacer.
4. Nos dará
Reconocimiento. V 2 c “y engrandeceré tu nombre,” los
verdaderos llamados de Dios no buscan la fama, pero es inevitable que la gente
no reconozca su trabajo.
5. Seremos
Bendición. V 2 d “y serás bendición.”
el que no es llamado en lugar de llevar paz al corazón de los demás lleva
desanimo por el afán de llenar el local donde funciona la congregación.
6. Tenemos
cobertura ante las asechanzas de los demás. V 3 “Bendeciré
a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas
en ti todas las familias de la tierra.” Dios sabe que muchos
valoraran tu trabajo, pero también sabe que muchos te odiaran por envidia, por
ignorancia o simplemente por maldad.
7. Nos
Prepara para Obedecer. V 4 “Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y
era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán.”
A los seres humanos nos gusta más mandar que someternos por eso vive en
constante rebeldía.
8. El
Llamado es Perpetuo. En el mundo hay un adagio que dice: las personas pasan las
instituciones quedan. V 7 “Y apareció Jehová a Abram, y le dijo: A tu descendencia
daré esta tierra. Y edificó allí un altar a Jehová, quien le había aparecido.”
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8.1. Solo las iglesias que logran
institucionalizarse logran trascender sin mediocrisarse con el paso de los
años, las iglesias no institucionales solo piensan en ensancharse, pero sin ningún
tipo de organización, cada iglesia hija se defiende como puede, parecen ovejas sin
Pastor.
9. Tenemos
siempre la certeza de la presencia de Dios. V 8 “Luego se pasó de allí a un monte al oriente de Bet-el, y
plantó su tienda, teniendo a Bet-el al occidente y Hai al oriente; y edificó
allí altar a Jehová, e invocó el nombre de Jehová.” Invocar
es llamar o anhelar la presencia de alguien en este caso de Dios.
Si Dios te
llamo él te dice que hacer, como hacerlo, con quien hacerlo y sobre todo con
que hacerlo. Si Dios te llamo sucederán cosas sobrenaturales, si no eres llamado
no importa cuánto te esfuerces, el resultado será igual al de cualquier persona
luchando en sus fuerzas.