En este mundo cada vez vemos más violencia y maldad, todos anhelamos vivir en paz, pero con el pasar de los años parece que este sueño fuera imposible.
El problema
es que todos anhelamos que la paz venga de afuera de las demás personas, pero
la paz o la violencia no nacen en la sociedad, nacen en el hogar o la familia.
La sociedad
no es más que el resultado de lo que somos las familias.
Abraham empezó a tener conflictos con
su sobrino Lot, no por ellos, los que empezaron el conflicto fueron sus
pastores de ovejas.
Muchas veces tenemos conflictos en la
familia no por los miembros sino por personas ajenas a la familia.
Para Abraham era muy importante la
buena relación con su sobrino. V 8 “Entonces Abram dijo a Lot: No haya ahora altercado entre
nosotros dos, entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos” nuestra relación
familiar debe estar por encima de cualquier circunstancia.
Una
buena familia es aquella que ayuda a todos sus miembros a crecer y ser fuertes.
Es un núcleo donde existe un clima de confianza donde se pueden contar las
cosas diarias sin temor a ser juzgados. Una familia adecuada es tolerante de
las debilidades de cada quien. Apoya también los talentos y fortalezas que
tengan los hijos. Permite los errores porque entiende que solo así aprenderán a
crecer adecuadamente, logra un equilibrio entre la autoridad y el amor que
permite el desarrollo sano de sus miembros.
Como mantener la Paz en la Familia.
1.Siempre actuando con Humildad. Filipenses
2: 3 “Nada
hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada
uno a los demás como superiores a él mismo” La humildad nos lleva a tener
control de nuestros actos.
· 1.1. La humildad hace que
veamos a los demás como personas importantes, dignas de respeto.
2. Siendo amables con Todos. Tito 3:
1-2 “Que a
nadie difamen, que no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda
mansedumbre para con todos los hombres.” La amabilidad en nuestro trato hace
que hallemos gracia delante de los demás.
· 2.1. Buscando palabras
agradables para dirigirnos a los Demás. Colosenses 4: 6 “Sea vuestra palabra siempre con
gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno” la sazón en una comida
hace que su sabor sea agradable, una palabra sazonada hace que el hablar sea
agradable.
· 2.2.A muchas personas no
les desagrada lo que le decimos, lo que les desagrada es la forma como se lo
decimos.
3.Teniendo Paciencia. Proverbios
25: 15 “Con larga
paciencia se aplaca el príncipe, Y la lengua blanda quebranta los huesos.” No todas las personas entienden de la misma
forma y con la misma velocidad.
4. No hablando cuando se está
enojado. Colosenses 3: 8 “Pero
ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia,
palabras deshonestas de vuestra boca.” El hablar enojados hace que no
midamos las consecuencias de lo que decimos, por eso herimos y lastimamos con
nuestras palabras.
5. Siendo Generosos. Lucas 6: 38 “Dad, y se os dará; medida buena,
apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma
medida con que medís, os volverán a medir.” El estar pendientes de la necesidad
de los demás hace que mejoremos nuestra relación, la necesidad de los demás no
siempre es económica.
· 5.1. Pueden tener
necesidad de afecto representado en una palabra de amor, en una caricia o en un
sencillo gesto físico.
La paz en este mundo no depende de
las autoridades de turno o de los demás, la paz se la vive en el interior de
cada uno de los hogares, tu y yo somos generadores de paz o de violencia.