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Génesis 24. Buscando a mi Pareja


 Una pareja es el complemento de algo o de alguien.

En este caso nuestra pareja es la persona que nos acompañara a caminar todo el resto de camino que nos falta transitar por nuestro camino de la vida.

Nosotros somos cuidadosos o muy minuciosos cuando queremos buscar una casa donde vivir sea en compra o en arriendo.

Nos preocupamos que la casa este bien ubicada ya que de eso depende su valorización o su depreciación y que cumpla con una serie de características que nos parecen muy importantes para poder vivir bien.

Muchos hogares fracasan porque a la pareja no le parece muy importante tomarse un tiempo para buscar cuál será su acompañante para toda la vida.

Recomendaciones para buscar bien a nuestra Pareja.

1. Preguntate que es lo que quieres. Antes de iniciar nuestra búsqueda es muy importante que sepamos qué es lo que queremos.

·       1.1. Es necesario hacer una lista, No de exigencias, sino una lista de características que nos gustaría encontrar en esa persona.

·       1.2. Romántico, alegre, emprendedor, trabajador, deportista. etc.

2. Mira el lugar donde vas a buscarla. V 4 “sino que irás a mi tierra y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo Isaac.” Si quieres un deportista búscalo en un lugar donde se practica algún deporte, ten en cuenta que el lugar donde frecuentan las personas habla sobre lo que es esa persona.

·       2.1. No puedes encontrar una persona libre de todo vicio en un lugar de perdición y malas costumbres.

3. Invierte en la búsqueda. Y no me refiero solo a dinero, invierte tiempo, ten paciencia. Recuerda que del afán no queda sino el cansancio. V 10 “Y el criado tomó diez camellos de los camellos de su señor, y se fue, tomando toda clase de regalos escogidos de su señor; y puesto en camino, llegó a Mesopotamia, a la ciudad de Nacor” El afán por conseguir pareja nos hace tomar malas decisiones.

4. Pídele a Dios que te ayude a buscarla. V 12 “Y dijo: Oh Jehová, Dios de mi señor Abraham, dame, te ruego, el tener hoy buen encuentro, y haz misericordia con mi señor Abraham” para muchas cosas materiales como estudio, dinero, trabajo etc. si le pedimos a Jesucristo que nos oriente, entonces porque no hacerlo para una decisión tan importante, como lo es el casarnos.

5. No te fijes en las apariencias. Es más importante su forma de actuar, su capacidad para ser tu ayuda idónea sea hombre o mujer. V 14 “Sea, pues, que la doncella a quien yo dijere: Baja tu cántaro, te ruego, para que yo beba, y ella respondiere: Bebe, y también daré de beber a tus camellos; que sea ésta la que tú has destinado para tu siervo Isaac; y en esto conoceré que habrás hecho misericordia con mi señor” recuerda que la apariencia física con el pasar de los años va cambiando.

·       5.1. Es muy probable que en unos cuantos años tu pareja no se parezca en lo más mínimo a la persona que conociste cuando te enamoraste.

6. Espera la respuesta de Dios. No te afanes. V 21 “Y el hombre estaba maravillado de ella, callando, para saber si Jehová había prosperado su viaje, o no” no permitas que la necesidad de vivir con alguien te impida escuchar la vos de Dios a través de las personas que te aman.

7. No tomes la decisión llevado por ningún tipo de presión. V 57 “Ellos respondieron entonces: Llamemos a la doncella y preguntémosle” el matrimonio no debe ser por obligación debe ser por amor. La soledad o el miedo a quedarse solo puede ser un tipo de presión muy fuerte.

Y cuando encuentres a tu pareja nunca te olvides de darle gracias a Dios. V 26,52 “El hombre entonces se inclinó, y adoró a Jehová; Cuando el criado de Abraham oyó sus palabras, se inclinó en tierra ante Jehová

Conseguir las cosas puede resultar relativamente fácil, conservarlas es lo más difícil. Solo Jesucristo puede hacer que nuestro matrimonio sea siempre un remanso de amor a pesar de las diferentes dificultades que se puedan presentar.

No te afanes por encontrar a alguien para que este a tu lado, busca a alguien que sea tu complemento, que te rete a seguir avanzando y que te ayude a cada día mejorar en lo que eres y en lo que haces, tanto a nivel espiritual como a nivel Secular.