Todas las personas soñamos o deseamos alcanzar nuestros propósitos, económicos, familiares, emocionales, estudiantiles. Etc.
Pero solo las personas de éxito convierten el deseo en una acción.
Es decir, las personas de éxito no solo desean, no solo sueñan con
alcanzar lo que quieren, ellas guerrean o pelean por conseguirlo y no desisten
hasta lograrlo.
Al
igual que cualquiera de nosotros los padres, Jehová quiere lo mejor para
nosotros, él quiere que prosperemos en todo. 3 Juan 1: 2 “Amado, yo deseo que tú seas
prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”
Que
un padre desee que sus hijos tengan lo mejor no significa que él les haga todo
lo que ellos quieren porque los convertiría en unos inútiles.
La
única forma de llamarnos victoriosos es si guerreamos o peleamos, sin pelea no
hay victoria.
Jehová
le prometió a su pueblo que los haría libres de la esclavitud, pero esa
libertad no sería nada fácil, ellos tenían que luchar para conseguirlo.
El
pueblo estaba acostumbrado a la esclavitud, era molesto vivir cautivo, pero cómodo
ya que lo tenían todo, sus amos cuidaban de ellos.
Por
esta razón Jehová no los llevo por el camino corto ya que el miedo a pelear por
la libertad los haría regresar al cautiverio. V 17 “Y luego que Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de
la tierra de los filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: Para que no se
arrepienta el pueblo cuando vea la guerra, y se vuelva a Egipto”
Muchas
de las personas que viven en fracaso son aquellas que tenían muchos deseos de prosperar,
pero cuando se dieron cuenta que tenían que luchar por lo que querían,
prefirieron seguir viviendo pobreza.
Muchas
de las personas que siguen esclavos de la mediocridad lo hacen no porque no se
les haya presentado oportunidades, muchos de ellos las tuvieron en abundancia,
pero prefirieron desaprovecharlas a tener que luchar.
Jehová
llevo al pueblo por el camino largo por dos Razones.
1.
Quería que estén preparados para la guerra. V 18 “Mas hizo Dios que el pueblo rodease por el camino del desierto del Mar
Rojo. Y subieron los hijos de Israel de Egipto armado” en el camino aprenderían a luchar como un solo ejercito armado.
·
1.1.
Las dificultades deben ser oportunidades para armarnos, armarnos de valor, de
pasión por lo que hacemos y de conocimiento.
·
1.2.
Hacer las cosas sin conocimiento o sin la preparación suficiente puede
llevarnos al fracaso
2. Dios quería que el pueblo
aprendiera a depender de él. El pueblo estaba acostumbrado a depender de
Egipto. V 21- 22 “Y Jehová iba delante de ellos de día
en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna
de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche.
13:22 Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de
noche la columna de fuego.”
Jehová se convirtió en su guía y protector.
· 2.1. Entre más tiempo hayamos dependido de Egipto o
del mundo más nos va costar depender de Cristo, muchos cristianos siguen
luchando en sus fuerzas.
· 2.2. Como cristianos debemos depender más de lo
sobrenatural que de lo natural, lo sobre natural se acciona a partir de la fe.
Para llegar a ser personas de éxito
en todo lo que hacemos o nos proponemos, es necesario luchar por lo que queremos
sin dejar de depender de Jesucristo, la única forma de salir victoriosos en
todas nuestras batallas es si dejamos que Jesucristo sea quien nos guie.