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Éxodo 2. Nacidos para Triunfar

 

Cada ser humano nace como alguien muy especial, no existe otro igual así en apariencia física se parezcan; como un ser distinto dotado de todo lo necesario para triunfar en la vida. Individualmente, cada persona puede ver, oír, tocar, gustar y pensar por sí misma.

Todas estas cualidades con las que nacemos indica que nacemos preparados para triunfar.

Es más a si naciera falto de alguno de sus miembros igual está Hecho para triunfar.

Es comprobado científicamente que cuando un ser humano pierde uno de sus órganos o nace falto uno de ellos, el cuerpo desarrolla y habilita otro para que pueda complementar el faltante.

Por esta razón vemos personas hasta cuadripléjicas que si se lo proponen llegan a desarrollar vidas de excelencia y triunfan muchas áreas de su vida.

Básicamente triunfar es llegar a la cima de todo propósito. Triunfar en la vida, entonces, requiere optimizar nuestros objetivos y metas, de manera que lleguemos a lo más alto posible y superemos las expectativas de los demás e incluso nuestras propias expectativas.

El faraón de Egipto dio una orden contundente y dramática; todo niño varón que naciera debería ser echado al rio para que muera. Éxodo 1: 22 “Entonces Faraón mandó a todo su pueblo, diciendo: Echad al río a todo hijo que nazca, y a toda hija preservad la vida.

Pero Moisés había nacido para triunfar, por lo tanto, el destino de él ya estaba trazado y la orden de faraón no lo podía cambiar. Éxodo 2: 10 “Y cuando el niño creció, ella lo trajo a la hija de Faraón, la cual lo prohijó, y le puso por nombre Moisés,[a] diciendo: Porque de las aguas lo saqué.[b]

El hecho de que Moisés naciera con un propósito de parte de Jehová no significaba que no tuviera que sufrir la persecución del faraón.

La astucia de su madre y hermana ayudaron a que el propósito de Dios se cumpliera, claro el propósito de Dios igual se hubiera cumplido con ellas o sin ellas.

Este era el caso de Ester la sobrina de Mardoqueo, ella no quería interceder ante el Rey por la salvación de su pueblo y Mardoqueo le dijo: contigo o sin ti, Dios salvara a su Pueblo. Ester 4: 14 “Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?

Si Dios tiene un propósito con nosotros el llamara a diferentes personas para bendecirlas y ellas nos puedan bendecir a nosotros, si ellas no quieren, la bendición se la ganaran otras que si quieran hacer parte del Propósito Divino.

Las parteras no mataron a los niños tal como era la orden de Faraón. Éxodo 1: 17 “Pero las parteras temieron a Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que preservaron la vida a los niños” tú y yo nacimos para triunfar, si lo creemos Jesucristo nos dará gracia delante de mucha gente temerosa de él.

Por este acto ellas fueron bendecidas de manera especial. V 21 “Y por haber las parteras temido a Dios, él prosperó sus familias” todas las personas que ayuden a quienes tienen un propósito de parte de Dios tendrán su recompensa ellas y sus familias.

Para que esto sea posible y logremos ser victoriosos es necesario cambiar nuestra manera negativa de pensar, las dificultades y las circunstancias difíciles que a veces tenemos que pasar, hace que nuestra fe mengue y vivamos como derrotados.

No tengas miedo, sigue adelante, nunca dejes de luchar de la mano de Jesucristo, el propósito de Dios en tu vida pronto se cumplirá y serás un triunfador.