Toda sociedad avanzada, toda organización creciente, sea espiritual o secular ha llegado a la prosperidad gracias a sus diferentes normas que regula a sus integrantes.
Las normas
nos llevan a tener orden y el orden nos lleva a tener éxito en todo lo que
emprendemos.
Las personas
desorganizadas y que no tienen normas para trabajar por lo general por mucho esfuerzo
que hagan siempre viven en pobreza.
Las normas
no se hicieron para molestar a los demás, las normas no son gravosas, las
normas pretenden organizar, orientar y facilitar cualquier tipo de labor que
estemos haciendo.
Sin normas
es imposible vivir en sociedad, si no hay semáforos para controlar el transito
sería un caos vehicular. Si no hay normas contables para administrar los
negocios sería una ruina anunciada.
Si con
nuestro vehículo no transitamos por la derecha nadie podría avanzar todo sería
una confusión. Si en los bancos no se hace fila para entrar todos quisieran
hacerlo a la misma ves y nadie lo podría lograr.
Si en los
hogares los padres no establecen horas de entrada los hijos llegarían a
cualquier hora y eso si es que llegan.
La sociedad
debe rescatar las normas de urbanidad donde nos enseñaban como tratar a una
dama, como saludar, como pedir el favor y decir gracias.
Definitivamente
lo único que puede mantener en orden una comunidad son las normas por eso Dios
lo primero que hizo antes de que el pueblo se constituyera como su pueblo fue
darle normas, mandamientos o leyes.
Estos
mandamientos se componen de dos partes, la primera para tener una buena
relación con Dios y la segunda como tener una buena relación con los que
convivimos. Si tenemos una buena relación con Dios tenemos una buena relación
con nosotros mismos y si tenemos una buena relación con nosotros mismos podemos
tener una buena relación con los demás.
1. Buena relación con Dios.
1.
No tendrás dioses ajenos
delante de mí. V 3 “No tendrás dioses
ajenos delante de mí”
2. No te harás imagen. V 4 - 6 “Ni ninguna semejanza
de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas
debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo
soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visitó la maldad de los padres sobre
los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago
misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.”
3. No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano. V 7. “Porque no dará por inocente Jehová al que tomare su
nombre en vano.”
4. Acuérdate del día de reposo para santificarlo. V 10. “Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el
séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni
tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero
que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la
tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día;
por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó”
2. Buena relación con los Demás:
5. Honra a tu padre y a tu madre. V 12 “para que tus
días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da” Si tenemos un buen hogar podremos tener una buena sociedad. La
sociedad es el reflejo de la familia.
6. No matarás. V 13. No solamente físicamente, también de manera
emocional. Hay personas que matan más con sus comentarios que con un arma.
7. No cometerás adulterio. V 14
8. No hurtarás. V 15
9. No hablarás contra tu prójimo falso testimonio. V 16
10. No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu
prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de
tu prójimo. V 17
No le tengas miedo a las
normas o a las leyes, ellas se hicieron para ayudarnos a mantener la armonía y
la paz. Si cada uno de nosotros cumple con sus obligaciones no habría necesidad
de exigir derechos.