Aceptar a Jesucristo en nuestro corazón es mucho más que tan solo pertenecer a una denominación cristiana o religiosa.
Cuando recibimos
a Jesucristo en nuestro corazón llegamos a ser pueblo de Dios y eso hace que
asumamos algunas responsabilidades y también obtengamos muchas bendiciones.
Que sucede cuando llegamos a ser Pueblo de Dios.
1.Llegamos
a ser especial tesoro para Jehová. V 5 b “vosotros seréis mi especial tesoro
sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.” Esto significa
que somos dignificados y que ahora cobramos valor.
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1.1. Una persona que no se valora o
que se cree un miserable no puede avanzar y crecer.
2.Nos
comprometemos a conocer y a obedecer las normas de Dios. V 5 a “Ahora, pues, si diereis
oído a mi voz, y guardareis mi pacto” Un cristiano no es más que
alguien que obedece las normas de Jesús.
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2.1. Ver las maravillas que Dios ha
hecho, aumenta nuestra confianza y nuestra Fe en Jesucristo. V 4 “Vosotros visteis lo que
hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí.”
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2.2. Conocer a Jesucristo hace que
lo amemos con todo nuestro corazón. Deuteronomio 6: 5 “Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu
corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.”
3.Ahora
somos apartados para Dios. V 6 “Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa.
Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel” un
cristiano se hace conocer no por lo que dice, su testimonio habla por él.
Dios no
solo quiere saber que somos de él, él también quiere que nosotros nos sintamos
de él, que anhelemos pertenecerle. V 10 “Y Jehová dijo a Moisés: Ve al pueblo, y
santifícalos hoy y mañana; y laven sus vestidos,” ser santo
es ser apartado para Dios.
4.Nos
desacomodamos para salir al encuentro de Dios. V 17 “Y Moisés sacó del campamento al pueblo
para recibir a Dios; y se detuvieron al pie del monte.” Muchos se
llaman cristianos, pero les da pereza congregarse o servir.
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4.1. Muchos cristianos cuando
cambian de barrio también cambian de iglesia, buscan un lugar donde les quede cómodo
y a si no tener que esforzarse.
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4.2. El esforzarnos por asistir al templo
es una muestra de nuestro verdadero amor a Jesucristo.
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4.3. Es cierto que Jesucristo está
en todo lugar y no solo en el templo, pero el asistir es la única forma que
tenemos para demostrarle nuestro agradecimiento a Jesucristo.