Las vestiduras y los diferentes elementos que utilizamos para celebrar culto a Jehová deben ser sagradas, es decir son consagradas a Dios, solo le pertenecen a él y por lo tanto no se puede darles otro uso y sobre todo que sea inapropiado. V 41 “las vestiduras del servicio para ministrar en el santuario, las sagradas vestiduras para Aarón el sacerdote, y las vestiduras de sus hijos, para ministrar en el sacerdocio.” Las vestiduras de un ministro de Dios son para hermosura y honra de Dios. 28: 2 “Y harás vestiduras sagradas a Aarón tu hermano, para honra y hermosura.”
Vestir una determinada ropa significa
asumir la personalidad correspondiente, asumir una identidad, puesta de
manifiesto en esas vestiduras. Estas vestiduras no indican un poder sobre
nadie; sino un servicio a los demás
La vestimenta de quienes le sirven a
Jesucristo debe inspirar santidad y no malos deseos.
El hábito no hace al monje esto es verdad,
la forma de vestir no hace a nadie, pero si la ropa dice mucho de la persona
que la utiliza.
No solo las cosas le pertenecen a
Jesucristo también nosotros le pertenecemos y por lo tanto no podemos dañar
nuestro cuerpo, no podemos disponer de él como a nosotros nos plazca ya que no
nos pertenece. 1 Corintios 6: 19- 20 “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el
cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
6:20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en
vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.”
En el templo se invirtió mucho para que
fuera digno de la presencia de Dios. Éxodo 38: 24 “Todo el oro empleado en la
obra, en toda la obra del santuario, el cual fue oro de la ofrenda, fue
veintinueve talentos y setecientos treinta siclos, según el siclo del santuario”
Ahora nuestro cuerpo es el templo del
espíritu santo. ¿Si estamos invirtiendo en hermosearlo? o cada vez lo
deterioramos más. Nuestro cuerpo debe ser cuidado y no solamente en su parte
externa debemos cuidar nuestra alma es decir nuestros pensamientos, nuestro
corazón. Proverbios 4: 23 “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la
vida”
Debemos tener mucho cuidado con nuestra
boca. Proverbios 4: 24 “Aparta de ti la perversidad de la boca, Y aleja de ti la iniquidad
de los labios.”
Nuestros ojos también son motivo de
santidad o de pecado. Proverbios 4: 25 “Tus ojos miren lo recto, Y
diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante”
Cuidar nuestro templo que es nuestro cuerpo
es cuidar nuestro caminar, es saber que no en todo lado puedo estar. Proverbios
4: 26-27 “Examina la senda de tus pies, Y todos tus caminos sean
rectos. 4:27 No te desvíes
a la derecha ni a la izquierda; Aparta tu pie del mal.”
Nuestro cuerpo vale mucho no solo porque
Jehová lo hizo, es muy costoso porque Jesucristo lo compro con su propia
sangre. 1 Corintios 7: 23 “Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres” fuimos redimidos por
medio de su sangre. Apocalipsis 5: 9 “y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro
y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has
redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;”
Las cosas que hemos consagrado para el
servicio de Jesucristo no las podemos deshonrar dándoles otro uso diferente. No
dejes que el mundo te utilice tu eres muy importante para Cristo.