La lepra era una enfermedad que consistía en la descomposición de la piel. Una de las características principales de esta enfermedad es que causa insensibilidad en los órganos infectados. Esta insensibilidad hacia que la misma persona se cause daño sin darse cuenta. Al andar descalzos se podían clavar cosas y el enfermo de lepra no podía sentir a tal grado que la infección terminaba con el pie o cualquier órgano contaminado.
La lepra
era en la carne, pero lo más preocupante es que muchos cristianos se han
llenado de lepra espiritual, lepra en el corazón. La lepra en el corazón puede
ser: la envidia, el egoísmo, la falta de amor, el orgullo, la falta de perdón.
Etc.
La lepra en
el corazón tiene los mismos síntomas de la lepra en la carne. Pierde la
sensibilidad.
1. No puede
sentir la presencia de Dios. Puede estar en el culto con el pastor más ungido o
puede ser Cristo quien directamente le ministre y nunca va a poder sentir su
presencia.
2. No puede
sentir la necesidad de quienes lo rodean. No le importa lo que les pueda estar
pasando. Sus familiares y amigos nunca pueden contar con él.
3. Le
cuesta mucho expresar sus sentimientos de amor. Nunca abraza, no besa y siempre
está gruñendo.
Un corazón con lepra se vuelve duro carece de
sentimientos, un corazón con lepra no escucha la voz de Dios a través de su
palabra y lógicamente tempo la voz de las personas que están a su lado. Hebreos
3: 15 “entre tanto que se
dice: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones, como en la
provocación.”
Como ser sano de la lepra.
1.
Reconocer que está enfermo. V 3 “Y el sacerdote mirará la llaga en la piel del cuerpo; si el
pelo en la llaga se ha vuelto blanco, y pareciere la llaga más profunda que la
piel de la carne, llaga de lepra es; y el sacerdote le reconocerá, y le
declarará inmundo.” solo cuando reconocemos que tenemos problemas
buscamos ayuda, solo cuando reconocemos nuestros errores podemos corregirnos.
2.
Prevenir. Si sabemos que cosas son las que afectan nuestro comportamiento, o
que cosas nos incitan a cometer pecado debemos evitar. Es mejor prevenir que
tener que lamentar. V 4 “Y si en la piel de su cuerpo hubiere mancha blanca, pero
que no pareciere más profunda que la piel, ni el pelo se hubiere vuelto blanco,
entonces el sacerdote encerrará al llagado por siete días.”
Una persona
con lepra espiritual no puede avanzar, se detiene y junto con ella se detiene
el pueblo, la familia o quienes están a su lado. Números 12: 15 “Así María fue echada
del campamento siete días; y el pueblo no pasó adelante hasta que se reunió
María con ellos”
No permitas
que las malas costumbres del mundo se te peguen como lepra. Solo el espíritu
santo puede evitar que caigamos y si por algún motivo hemos caído deja que sea
Jesucristo quien te limpie y te vuelva a levantar.
Si bien es cierto la lepra es una enfermedad que ha podido ser
controlada y erradicada en muchas naciones del mundo, hoy lo que nos afecta ya
no es un síndrome o bacilo infeccioso que ataca a nuestros cuerpos, la enfermedad
de estos tiempos es todo lo que ataca a nuestras mentes.
Podemos ser muy importantes, gente exitosa con mucho potencial, pero si
no tenemos el amor de Dios con nosotros, entonces tenemos una lepra en el
corazón, una enfermedad que nadie conoce, un secreto que queremos ocultar, un
vicio del que no se puede salir, algo que queremos que jamás sea descubierto
porque entonces, todos se apartarían de nosotros y nos sentiríamos exiliados,
esa enfermedad es el pecado.