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Levítico 15. Personas contaminantes

 

En este capítulo 15 se hace mención a los diferentes flujos que pueden llegar a tener tanto hombres como mujeres, estos flujos no tienen que ver con pecado, pero si con anormalidades en el funcionamiento de su cuerpo. V 33 “y para la que padece su costumbre, y para el que tuviere flujo, sea varón o mujer, y para el hombre que durmiere con mujer inmunda

Los flujos que un hombre o una mujer puedan tener es una muestra de que algo anormal está ocurriendo en su cuerpo.

Este capítulo es objeto de discusión entre muchos estudiosos de la biblia quienes le han dado una serie de aplicaciones e interpretaciones.

Las personas que tenían estos flujos eran consideradas altamente contaminantes. V 4 “Toda cama en que se acostare el que tuviere flujo, será inmunda; y toda cosa sobre la que se sentare, inmunda será.” Contaminaban a cualquier persona que se les acercara.

 Las personas que tenían contacto con el que se consideraba inmundo, tenía que lavarse con agua. V 7 “Asimismo el que tocare el cuerpo del que tiene flujo, lavará sus vestidos, y a sí mismo se lavará con agua, y será inmundo hasta la noche

Hoy en día ya no podemos hablar de ese tipo de flujo, pero si podemos decir que ciertas personas que han tomado la decisión de actuar de manera incorrecta son altamente contaminantes.  1 corintios 15: 33 “No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.

Lastimosamente muchas personas no solo tienen un mal comportamiento también con su forma de hablar contaminan a los demás, envenenan su corazón.

Los seres humanos somos sociables, es decir vivimos en comunidad y es imposible no tener relación con gente contaminante. Por esta razón es necesario que todos los días estemos lavando nuestra mente y nuestro corazón.

Como podemos lavar nuestra mente y nuestro corazón.

1. Manteniéndonos siempre junto a Jesucristo. Esto quiere decir que nunca debemos dejar de congregarnos. Hebreos 10: 25 “no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.

·       1.1. El congregarnos en algún lugar no nos da salvación, los lugares o los templos no salvan. Nosotros nos congregamos para estimularnos al amor y las buenas costumbres. V 24 “considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras

·       1.2. De esta forma contrarrestamos la mala influencia que pueden ser las personas contaminantes del mundo.

·       1.3. Cuando nos congregamos hablamos el mismo idioma con las personas que acuden al templo, oramos los unos por los otros y nos ayudamos mutuamente para no caer en tentación.

·       1.4. En el templo nos estimulamos y sacamos tiempo para estudiar y aprender de la palabra, es el conocimiento de la palabra la que transforma nuestra forma de vivir.

2. Teniendo pensamientos positivos y cargados de Fe. Filipenses 4: 8 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” nuestra forma de pensar sirve para estimularnos a seguir luchando o sirven para desmotivarnos y detenernos.

·       2.1. Nuestros pensamientos pueden ser como niños rebeldes que necesitamos corregir y orientar. Nuestros pensamientos negativos muchas veces nos quieren dominar.

3. Alejándonos de las malas costumbres de las personas contaminantes. Juan 17: 15 “No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal” no podemos alejarnos de las personas por que están con nosotros, pero si podemos alejarnos de las cosas malas que ellos hacen.

·       3.1. El adagio popular dice: dime con quién andas y te diré quien eres o el que con lobos se junta a aullar aprende. Los seres humanos somos influenciables por lo general hacemos lo que hacen quienes están a nuestro lado.

En este mundo hay personas contaminantes de sus malas acciones y personas con buen comportamiento, de cada uno de nosotros depende de quién nos dejamos Influenciar.