Físicamente es inevitable que todos los días nos contaminemos con algunos virus que se encuentran en los diferentes objetos, persona y animales, por esta razón la recomendación es que debemos lavarnos las manos de manera periódica.
En lo
espiritual también de manera constante nos estamos contaminando a través de lo
que escuchamos o vemos.
Algunas de
estas enfermedades espirituales pueden ser, el desánimo, la pereza o el
practicar cualquier clase de Pecado.
El mandato
de Dios desde un principio es que debemos ser puros de toda contaminación, por
esta razón se debía sacrificar una vaca roja para que a través de sus cenizas
hacer esta purificación. V 9 “Y un hombre limpio recogerá las cenizas de la vaca y las
pondrá fuera del campamento en lugar limpio, y las guardará la congregación de
los hijos de Israel para el agua de purificación; es una expiación.”
El agua con
la ceniza de la vaca purificaría al inmundo. V 11-12 “El
que tocare cadáver de cualquier persona será inmundo siete días Al tercer día
se purificará con aquella agua, y al séptimo día será limpio; y si al tercer
día no se purificare, no será limpio al séptimo día.”
Hoy en día
Jehová no acepta sacrificios de animales. Hebreos 10: 5,8 “Por lo cual, entrando en el mundo
dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste cuerpo. Diciendo
primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no
quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley)”
El único
que nos puede purificar de manera verdadera es Jesucristo. Hebreos 9: 14 “¿cuánto más la sangre de Cristo, el
cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios,
limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?”
Como Podemos ser Puros.
1.
Entendiendo que nosotros mismos no podemos purificarnos. Mateo 26: 41 b “el espíritu a la verdad está
dispuesto, pero la carne es débil.” por más que nos
propongamos ya no pecar más, las tentaciones nos pueden vencer.
2. Haciendo
uso de la Oración como medio de Purificación. Mateo 26: 41 a “Velad y orad, para que no entréis en
tentación;” solo cuando tenemos una perfecta comunión con Cristo
podemos mantenernos firmes.
Lo que mantenía
firme a Jesucristo era la oración a pesar de que Jesús era muy famoso y por lo
tanto muy ocupado, el siempre sacaba tiempo para Orar. Lucas 5: 15-16 “Pero su fama se extendía más y más;
y se reunía mucha gente para oírle, y para que les sanase de sus enfermedades.
Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba.”
3.
Manteniéndonos alejados de las conversaciones que sabemos nos pueden contaminar.
1 Corintios 15: 33 “No erréis; las malas
conversaciones corrompen las buenas costumbres.”
4.
Entendiendo que el Mundo es una mala influencia para nosotros. Santiago 4: 4 “¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que
la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser
amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.” las
tradiciones y prácticas que se hacen en el mundo nos terminan contaminando y
alejando de Dios.
5.
Entendiendo que en este mundo estamos en medio de la impureza. Filipenses 2: 15
“para que seáis
irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación
maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el
mundo;” no es aislándonos como conseguimos ser puros, la pureza se
la consigue tomando la decisión de no untarnos de la impureza.
6.
Manteniéndonos firmes en la palabra de Dios. Filipenses 2: 16 “asidos de la palabra de vida, para
que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en
vano he trabajado.” solo la palabra de Dios nos ayuda para no caer en la
inmundicia.
La palabra
de Dios tiene el poder de hacer que todo lo que hagamos nos salga bien. Josué
1: 8 “Nunca se apartará de
tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para
que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces
harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.”
7.
Entendiendo que el mantenernos puros o no, es nuestra decisión. Génesis 4: 7 “Si bien hicieres, ¿no serás
enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a
ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.” la
inmundicia cualquiera que sea no nos puede dominar, nosotros tenemos el poder
de dominar el pecado.
Si nosotros
tomamos la decisión de no contaminarnos Jesucristo nos ayuda para que lo
podamos conseguir.
8.
Reconociendo nuestros errores y arrepintiéndonos de corazón. Hechos 5: 31 “A éste, Dios ha exaltado con su
diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de
pecados.”