En este mundo lastimosamente cada día se vive de mal en peor, cada día los tiempos son más difíciles. 2 Timoteo 3: 1 “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.” La razón de esa peligrosidad es que el hombre cada día desarrolla una vida incorrecta, hace las cosas tan solo para su propio, interés ya no le interesa ni le importa la vida ni el bienestar de los demás. V 2 “Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos,”
La oración es de máxima importancia en la vida de una
persona, podemos pedir en oración para que una sociedad cambie, nuestro barrio,
nuestra ciudad o nuestra nación.
Pero que esa sociedad viva bien en gran parte también depende
de nuestro comportamiento como miembro de ese grupo.
La recomendación de Jehová Dios es que si quieren vivir bien
tienen que aprender a desarrollar una vida correcta. V 15 “Pesa
exacta y justa tendrás; efa cabal y justo tendrás, para que tus días sean
prolongados sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.”
el tener una vida agradable y feliz está determinado en gran
parte de nuestro buen comportamiento, nuestra forma de actuar hace que tengamos
vidas de excelencia.
Cuando la biblia nos dice que tendremos largura de Días no se
refiere a que podemos tener más años o que seriamos eternos, largura de vidas
se refiere a vidas de calidad, vidas de excelencia.
Ser excelente no es ser perfecto, ser excelente es tener la
capacidad de cada día luchar por ser mejor en todo lo que somos y hacemos.
Nuestras acciones y nuestros actos son como un bumerang,
siempre terminan regresándose a nosotros, los demás nos hacen lo que nosotros
les hacemos a ellos. Mateo 7: 12 “Así que,
todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también
haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.”
En el mundo normal hablamos de la ley de la compensación, en
la biblia se habla de la ley de la siembra y la cosecha.
La mejor forma que tenemos para lograr una vida correcta es
entendiendo que todo lo que yo hago tiene una respuesta inmediata o a través del
tiempo. Gálatas 6: 7 “No
os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare,
eso también segará.”
Toda acción tiene una reacción, el desear que los demás sean
correctos depende de cuánto nosotros también somos correctos, no puedo
pretender que otros me den lo que yo no he dado.
No puedo sembrar vientos y esperar cosechar paz. Oseas 8: 7 “Porque sembraron viento, y torbellino segarán; no
tendrán mies, ni su espiga hará harina; y si la hiciere, extraños la comerán.” Cada quien cosecha de lo que ha sembrado.
Cada vez que vayamos hacer algo a favor o en contra de
alguien debemos pensar, que voy a cosechar de esa persona una vez que yo actué
de la forma como voy a actuar.
Nuestra forma de hablar determina en gran manera la reacción de
la otra persona. Colosenses 4: 6 “Sea
vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo
debéis responder a cada uno”
La única forma de cambiar nuestra forma de hablar y por ende
cambiar nuestra forma de comportarnos con los demás es cambiando nuestra forma
de pensar. Filipenses 4: 8 “Por
lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo,
todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud
alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”
Lo que pensamos de los demás es lo que hace que nuestro
comportamiento para con ellos sea agradable o desagradable.
Si queremos que el mundo sea correcto nuestra forma de actuar
debe ser correcta. ¿Cómo tratas a los demás? Las tratas de manera correcta con
respeto y honra o solo esperas que ellos sean correctos contigo.