La responsabilidad no es más que la capacidad que tiene una persona para responder por sus actos o por lo que hace.
Una persona
irresponsable es aquella que hace cosas y espera que otros respondan por lo que
ellos hacen.
Para Jehová
la responsabilidad es lo que define a la persona es decir cada quien debe
responder por lo que hace. V 16 “Los padres no morirán por los hijos, ni los hijos
por los padres; cada uno morirá por su pecado.”
La
verdad es que comportarse con responsabilidad le añade sentido a nuestra vida y
nos permite desarrollar el carácter, forjar relaciones verdaderas y avanzar en
el mundo del trabajo ¿Recuerdas aquella vez que tu mascota murió porque te
olvidaste de alimentarla? ¿O esa plantita que se marchito porque no la
cuidaste? No dejes que algo así vuelva a suceder.
Las personas
de éxito son aquellas que tienen la capacidad de responder por sus obligaciones
o por lo que tienen que hacer.
Las personas
de fracaso son aquellas que no les gusta asumir sus responsabilidades, esperan
que otros respondan por lo que ellos deben responder.
Como se genera La Responsabilidad en una Persona.
1.
Delegándole tareas pequeñas. El que es fiel en lo poco es fiel en lo mucho.
Lucas 16: 10 “El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y
el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto.”
2.
Exigiéndole su ejecución. Deuteronomio 23: 21 “Cuando haces voto a
Jehová tu Dios, no tardes en pagarlo; porque ciertamente lo demandará Jehová tu
Dios de ti, y sería pecado en ti” a medida que cumplimos nuestras
promesas generamos más responsabilidad en nuestra vida.
3. Dejando
las excusas. Jeremías 1: 6 “Y yo dije: ¡Ah! ¡Ah, Señor Jehová! He aquí, no sé
hablar, porque soy niño.” las excusas nos llevan a la
mediocridad y nos impiden esforzarnos.
4.
Admitiendo nuestros Errores. 1 Juan 1: 8 “Si decimos que no
tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en
nosotros.” Todos de una o de otra
forma nos equivocamos en lo que hacemos.
5. No
culpando a otros por lo que hacemos. Génesis 3: 12 “Y el hombre respondió:
La mujer que me disté por compañera me dio del árbol, y yo comí.”
El culpar a otros de lo que hacemos nos impide corregir y llagar a la
perfección o la excelencia.
6. Deja de
hacerte la víctima. 1 Pedro 5: 9 “al cual resistid firmes en la fe,
sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en
todo el mundo.” Nunca pienses que eres el
único que sufre o que es porque no te quieren. Todos los que se disponen hacer
grandes cosas tienen que sufrir penalidades.
7. Creyendo
que todos tenemos que vivir las consecuencias de lo que hacemos o dejamos de
hacer. 25: 8-9 “Entonces los ancianos de aquella ciudad lo harán venir, y
hablarán con él; y si él se levantare y dijere: No quiero tomarla, se acercará
entonces su cuñada a él delante de los ancianos, y le quitará el calzado del
pie, y le escupirá en el rostro, y hablará y dirá: Así será hecho al varón que
no quiere edificar la casa de su hermano.”
8. Deja de
quejarte por todo. Todo lo que nos pasa tiene un propósito. Romanos 8: 28 “Y sabemos que a los
que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme
a su propósito son llamados”
9. Acepta
que no puedes controlar todo. Éxodo 18: 18 “Desfallecerás del
todo, tú, y también este pueblo que está contigo; porque el trabajo es
demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú solo.”
El saber delegar actividades a otras personas que nos pueden ayudar también es
un acto de responsabilidad.
Las grandes
empresas han llegado a ese nivel porque cuentan con personal responsable, la
responsabilidad nos lleva a tener vidas de éxito, la irresponsabilidad nos
lleva a tener vidas de fracaso.