El pueblo de Israel debía entender que al entrar en la tierra prometida iba a tener que enfrentarse a constantes guerras, unas para conquistar lo que querían y otras para conservar lo que habían conquistado.
Hoy en día
todavía tenemos que estar librando guerras de manera constante posiblemente
esas guerras ya no sean bélicas, pero tenemos cantidad de guerras emocionales,
económicas. Etc.
Ya que el
pueblo de Dios se enfrentaría a constantes guerras era necesario que Dios lo
preparara para salir victorioso.
Ya que es
inevitable que nosotros tengamos que enfrentar cantidad de guerras es necesario
que aprendamos a pelear para salir bien librados de ellas.
Como Ganar nuestras Guerras.
1. No
dejarse dominar del Temor. V 1 a “Cuando salgas a la guerra contra tus
enemigos, si vieres caballos y carros, y un pueblo más grande que tú, no tengas
temor de ellos,” los miedos nos paralizan y nos hacen actuar de
manera incorrecta.
2. Ten la
certeza de que Dios está contigo. V 1 b “porque Jehová tu Dios
está contigo, el cual te sacó de tierra de Egipto.”
No importa cuán grandes sean nuestros enemigos con Jesucristo siempre seremos
vencedores.
3. Busca a
alguien que te estimule a luchar. V 2-3 “Y cuando os acerquéis
para combatir, se pondrá en pie el sacerdote y hablará al pueblo, y les dirá:
Oye, Israel, vosotros os juntáis hoy en batalla contra vuestros enemigos; no
desmaye vuestro corazón, no temáis, ni os azoréis, ni tampoco os desalentéis
delante de ellos;” las personas que nos dicen cosas negativas nos hacen
desfallecer, las personas con comentario positivos nos estimulan a seguir
luchando.
4. Cree que
Dios Pelea por nosotros. V 4 “porque Jehová vuestro Dios va con vosotros, para
pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros.”
Creer que Dios pelea por nosotros no significa que no tengamos que hacer nada,
saber que el pelea por nosotros nos da tranquilidad y confianza a la hora de
pelear.
5. Ten el
cien por ciento de concentración en lo que haces. V 5-7 “Y los oficiales
hablarán al pueblo, diciendo: ¿Quién ha edificado casa nueva, y no la ha
estrenado? Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y algún
otro la estrene. ¿Y quién ha plantado viña, y no ha disfrutado de ella?
Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y algún otro la
disfrute. 7 ¿Y quién se ha desposado con mujer, y no la ha tomado? Vaya, y
vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y algún otro la tome.”
6. Supera
tus miedos y no contagies a otros. V 8 “Y volverán los
oficiales a hablar al pueblo, y dirán: ¿Quién es hombre medroso y pusilánime?
Vaya, y vuélvase a su casa, y no apoque el corazón de sus hermanos, como el
corazón suyo.”
7. Busca
llegar a buenos acuerdos antes de pelear. V 10-11 “Cuando te acerques a
una ciudad para combatirla, le intimarás la paz. Y si respondiere: Paz, y te
abriere, todo el pueblo que en ella fuere hallado te será tributario, y te
servirá.”
8. No
destruyas el medio en el que vives. V 19 “Cuando sities a alguna
ciudad, peleando contra ella muchos días para tomarla, no destruirás sus
árboles metiendo hacha en ellos, porque de ellos podrás comer; y no los
talarás, porque el árbol del campo no es hombre para venir contra ti en el
sitio.” Las cosas no tienen la culpa de los conflictos humanos. Si
peleas con tu esposa o con tu esposo no destruyas la casa en la que viven.
9.
Entrenando para la guerra. Salmos 144: 1 “Bendito sea Jehová, mi
roca, Quien adiestra mis manos para la batalla, Y mis dedos para la guerra”
Mientras
estemos en este mundo es inevitable enfrentarnos a diferentes guerras,
emocionales, físicas y económicas. Dios no nos evita enfrentarnos a nuestras
guerras pero si promete siempre estar con nosotros para ayudarnos a salir
victoriosos. Esfuérzate, se valiente, nunca te sueltes de la mano de Jehová y
saldrás victorioso.