El pueblo de Israel al igual que muchos de nosotros siempre estaban equivocándose es decir constantemente hacia lo malo delante de Dios. V 1 “Los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová los entregó en mano de los filisteos por cuarenta años.”
Pero no
todo estaba perdido en medio de tanta maldad todavía había esperanza, Dios
nunca deja de ser misericordioso.
Digo de la
nada porque el próximo libertador seria Sansón y nacería de una mujer estéril
la cual nunca había tenido hijos. V 2 “Y había un hombre de Zora, de la tribu de Dan, el cual
se llamaba Manoa; y su mujer era estéril, y nunca había tenido hijos”
Que Dios
haga cosas sorprendentes, cosas sobrenaturales no nos sorprende sencillamente
nuestro Dios es así.
Para todos
nosotros es muy agradable recibir un milagro en nuestra vida, lo preocupante es
que muchas veces recibimos milagros y no sabemos qué hacer con ellos. Pedimos
dinero y no sabemos cómo administrarlo, pedimos un hijo y no sabemos cómo
formarlo.
Si tu estas
pidiendo que Dios te envié un hijo deberías también pedirle que te enseñe como
cuidarlo. V 8 “Entonces oró
Manoa a Jehová, y dijo: Ah, Señor mío, yo te ruego que aquel varón de Dios que
enviaste, vuelva ahora a venir a nosotros, y nos enseñe lo que hayamos de hacer
con el niño que ha de nacer.” muchos solo tenemos hijos por casualidad, entendemos
que para Dios nada es por casualidad pero para nosotros si era algo nuevo para
lo cual no tenemos ni idea de que hacer.
En este
mundo no hay una escuela donde nos enseñen a ser padres. El único que lo puede
hacer es Jesucristo. V 12 “Entonces
Manoa dijo: Cuando tus palabras se cumplan, ¿cómo debe ser la manera de vivir
del niño, y qué debemos hacer con él?”
Jehová debe ser nuestro modelo a seguir y de el podemos
aprender.
1.Él es
Amor. 1 Juan 4: 8 “El que no ama, no
ha conocido a Dios; porque Dios es amor.” Jehová no
dice que tiene amor, él dice que es amor. Nosotros somos hechos a su imagen y
semejanza por lo tanto deberíamos tener la capacidad de amar. Amar a los demás,
y amar todo lo que hacemos.
2. Dios
exige Amor. Dios no solamente nos ama, él también nos enseña amar. Muchos niños
desde que son bebes empiezan a golpear el rostro de la madre y en lugar de
corregir a tiempo muchos padres se hacen los indiferentes. Mateo 22: 36-38 “Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en
la ley? 22:37 Jesús le dijo: Amarás
al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 22:38 Este es el primero y grande
mandamiento.”
3. Exige
Honra. La honra a los y padres y a cualquier autoridad se la aprende en la
casa. Llevados por la modernidad muchos padres aceptan que sus hijos les falten
al respeto dirigiéndose a ellos con calificativos diferentes al de padre o
madre. Malaquías 1: 6 “El
hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde
está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los
ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En
qué hemos menospreciado tu nombre?”
4. Dios es
disciplina. El ser padres permisivos o alcahuetas no los convierte en los
mejores, Solo a través de la corrección podemos lograr la perfección. Hebreos
12: 6 -8 “Porque el Señor
al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo. 12:7 Si soportáis la disciplina, Dios os
trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no
disciplina? 12:8 Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han
sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.”
5. Dios
exige esfuerzo. Un buen padre es aquel que a sus hijos les ofrece
acompañamiento. El facilitarles a los hijos los medios para hacer las cosas no
significa que se las tenga que hacer. Esforzarse es hacer más de lo que digo poder
hacer. Josué 1: 9 “Mira que te mando
que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios
estará contigo en dondequiera que vayas.”
Si tu estas
pidiendo un milagro financiero también deberías pedirle a Dios que te de
sabiduría para darle un buen uso a ese dinero que Dios te va a dar. Antes de
pedirle cualquier cosa a Jesucristo deberíamos pedirle sabiduría. El dinero no
nos da sabiduría, con la sabiduría si podemos llegar a tener dinero.