Los fracasos en la vida de una persona de éxito no son más que alarmas de que algo no estamos haciendo bien y que es necesario corregir para poder avanzar.
El problema no esta en tener algún fracaso, el problema está
en no aprender de ellos.
Quien comete errores y no aprende de ellos peca de ignorante, porque todo en la vida tiene un propósito para el bien común del hombre en la tierra. Romanos 8: 28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” La equivocación más grande es no aprender de las equivocaciones.
Que nos lleva al Fracaso.
1. La
terquedad. Una persona terca es una persona sorda no quiere oír razones. V 13 “Entregad, pues, ahora a aquellos hombres
perversos que están en Gabaa, para que los matemos, y quitemos el mal de
Israel. Más los de Benjamín no quisieron oír la voz de sus hermanos los hijos
de Israel,”
2. Promover
pleitos en lugar de ser conciliadores. V 14 “sino que los de Benjamín se juntaron de las ciudades en
Gabaa, para salir a pelear contra los hijos de Israel.”
hay personas que de un pequeño comentario hacen una guerra imparable.
3.
Confiarnos de nuestras habilidades. V 16 “De toda aquella gente había setecientos hombres
escogidos, que eran zurdos, todos los cuales tiraban una piedra con la honda a
un cabello, y no erraban.”
4. No medir
la proporción del peligro o de nuestros enemigos. Los de benjamín tan solo eran
26.000 hombres. V 15 “Y
fueron contados en aquel tiempo los hijos de Benjamín de las ciudades,
veintiséis mil hombres que sacaban espada, sin los que moraban en Gabaa, que
fueron por cuenta setecientos hombres escogidos.”
los hijos de Israel eran 400.000 todos preparados para la guerra. V 17 “Y fueron contados los varones de Israel,
fuera de Benjamín, cuatrocientos mil hombres que sacaban espada, todos estos
hombres de guerra.” Todo proyecto por muy bueno que sea siempre tiene un
margen de riesgo.
5. No
entender que nuestras habilidades o nuestra capacidad sin la ayuda de Dios de
nada sirve. Los de benjamín eran muy fuertes tanto que causaron muchas bajas en
Israel, si no es porque Jehová interviene podían derrotar a Israel. Ser fuerte
pero no tener a Dios de su lado es lo mismo que ser débil. V 27-28 “Y los hijos de Israel preguntaron a Jehová (pues el
arca del pacto de Dios estaba allí en aquellos días, 20:28 y Finees hijo
de Eleazar, hijo de Aarón, ministraba delante de ella en aquellos días), y
dijeron: ¿Volveremos aún a salir contra los hijos de Benjamín nuestros
hermanos, para pelear, o desistiremos? Y Jehová dijo: Subid, porque mañana yo
os los entregaré.”
El que una
persona no quiera reconocer sus errores lo lleva a la destrucción. V 48 “Y los hombres de Israel volvieron sobre
los hijos de Benjamín, y los hirieron a filo de espada, así a los hombres de
cada ciudad como a las bestias y todo lo que fue hallado; asimismo pusieron
fuego a todas las ciudades que hallaban.”
Aceptar las
equivocaciones es de valientes. A
pesar de intentarlo, de procurar hacer las cosas bien, siempre
cabe la posibilidad de cometer un error. Y eso no debe frenarnos, pues muchas
de las mejores lecciones que aprendemos son producto de un error cometido y superado.
Aceptar nuestros errores no significa culpabilizarnos. El
aceptar nuestra culpa no debe llevarnos a pasarnos la vida lamentándonos por lo
que hicimos o dejamos de hacer. El propósito de aceptar nuestra equivocación es
poder corregir y seguir adelante sin detenernos.
La única persona en el mundo que no se equivoca es la que no
hace nada, todo el que se atreve hacer algo y sobre todo algo diferente siempre
correrá el peligro de equivocarse y cometer errores.
Solo el
aceptar nuestros errores nos lleva a tener una vida de éxito, la perfección
solo se consigue corrigiendo los errores. Sin corrección no hay perfección.