La ira es un estado de irritación constante influye negativamente sobre la tensión y el estado de salud general de una persona, estando relacionada con trastornos cardiovasculares, úlceras, cáncer o enfermedades asociadas al dolor crónico.
Luego nos arrepentimos, pero ya es
demasiado tarde, lo dicho, dicho está, lo que
salió de nuestras bocas no puede deshacerse.
Por eso, es importante aprender a controlarnos y pensar antes de
dejarnos llevar por la ira…
El tomar
decisiones en momentos de ira hace que nos lamentemos de los actos que
cometemos. Produciendo en nosotros infelicidad. V 3 “Oh Jehová Dios de Israel, ¿por qué ha sucedido esto en
Israel, que falte hoy de Israel una tribu?”
El tomar
decisiones cuando estamos airados siempre ocasiona consecuencias negativas. Que
hacen que después nos arrepintamos de lo que hacemos. V 6 “Y los hijos de Israel se arrepintieron a
causa de Benjamín su hermano, y dijeron: Cortada es hoy de Israel una tribu.”
Piensa muy
bien antes de hablar y sobre todo antes de asumir compromisos delante de Dios y
de los demás. V 7 “¿Qué haremos en
cuanto a mujeres para los que han quedado? Nosotros hemos jurado por Jehová que
no les daremos nuestras hijas por mujeres.”
No amenaces
a tus hijos a tu pareja o al grupo de personas que frecuentas con cosas que no
puedes cumplir o que el cumplir te puede causar mucho daño. Las promesas de
castigo para tus hijos deben ser coherentes, algo que puedas cumplir para que
no pierdas la autoridad.
No busques
solucionar tus errores con más errores. Busca soluciones que no causen más daño
a otras personas. Muchas veces la cura resulta peor que la enfermedad. V 8-10 “Y dijeron: ¿Hay alguno de las tribus de
Israel que no haya subido a Jehová en Mizpa? Y hallaron que ninguno de
Jabes-galaad había venido al campamento, a la reunión. 21:9 Porque fue
contado el pueblo, y no hubo allí varón de los moradores de Jabes-galaad. 21:10
Entonces la congregación envió allá a doce mil hombres de los más valientes, y
les mandaron, diciendo: Id y herid a filo de espada a los moradores de
Jabes-galaad, con las mujeres y niños.”
Las malas
decisiones o las decisiones tomadas en momentos de ira siempre producen mal
tras mal. V 18-20 “Pero nosotros no
les podemos dar mujeres de nuestras hijas, porque los hijos de Israel han
jurado diciendo: Maldito el que diere mujer a los benjamitas. 21:19 Ahora bien,
dijeron, he aquí cada año hay fiesta solemne de Jehová en Silo, que está al
norte de Bet-el, y al lado oriental del camino que sube de Bet-el a Siquem, y
al sur de Lebona. 21:20 Y mandaron a los hijos de Benjamín, diciendo: Id,
y poned emboscadas en las viñas,”
Consecuencias de la Ira:
1. Puedes
en un segundo destruir lo que te ha tomado toda una vida construir. Esto puede
suceder en los negocios, en la vida familiar o personal.
2. Daña las
relaciones interpersonales, con nuestras palabras podemos causar daño a los que
más nos aman. Hay personas que toda la vida nos han ayudado y quizás nosotros
llevados por la ira no nos dimos cuenta.
3. Impide
que seamos objetivos en nuestro análisis del problema. Podemos ser injustos con
los demás.
4. Es causa
de que las demás personas huyan y no quieran relacionarse con nosotros
haciéndonos sentir rechazados.
5. La Ira
solo nos hace hacer lo malo. Salmo 37: 8 “Deja la ira, y desecha el enojo;
No te excites en manera alguna a hacer lo malo.”
6.
Enceguece. No nos deja ver y por lo tanto nos causamos daño y causamos daño a
los demás de manera física y emocional. Padres que maltratan físicamente a sus
hijos con tanta severidad que los dejan lesionados de por vida. Otros los
maltratan tanto de manera psicológica que igual los dejan lesionados
mentalmente de por vida.
Es
inevitable airarse, pero es necesario controlarse. Efesios 4: 26-27 “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el
sol sobre vuestro enojo, 4:27 ni deis lugar al diablo.”
Nunca
pienses en pagar mal por mal eso no le agrada a Jesucristo. Proverbios 20: 22 “No digas: Yo me vengaré; Espera a Jehová,
y él te salvará.”
El
controlar la ira es de sabios. Proverbios 29: 11 “El necio da rienda suelta a toda su ira,
Mas el sabio al fin la sosiega.”
Nuestra
respuesta frente a la ira de los demás es lo que determina que se viva en paz o
en contienda. Santiago 1: 19- 20 “Por esto, mis amados hermanos, todo
hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; 1:20
porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.”
No dejes que la ira envenene tu alma. Jesucristo puede darnos paz, solo él puede darnos poder y dominio propio. Antes de tomar una decisión o declarar algo en contra de los demás tranquilízate toma aire y deja que tus ideas se aclaren.