Hablar de los propósitos es hablar de Intención, designios, planificación o construcción.
Cuando las personas hacen algo y
sobre todo cuando lo consideran importante no lo hacen solo por hacerlo, lo
hacen porque tienen un propósito con lo creado.
Es por esta razón que la palabra
dice que todo lo que le sucede a quien ama a Dios es para bien. Romanos 8: 28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas
les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”
Dios tiene grandes cosas para ti lo
único que tienes que hacer es dejarte guiar por Jesucristo. Tal vez muchas de
las cosas por las cuales estas pasando no las entiendas, pero puedes estar
seguro que por difíciles que te parezcan son para tu bien; de que puedas
soportar las pruebas depende que consigas el éxito.
La vida de Noemí al igual que todas
estaba direccionada por Dios. No fue casualidad que ella se fuera con su esposo
y sus hijos a otra tierra cuando en Belén estaban pasando por momentos de
hambre. Rut 1: 1 “Aconteció en los días
que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra. Y un varón de Belén de
Judá fue a morar en los campos de Moab, él y su mujer, y dos hijos suyos.”
Dentro de los designios de Dios Rut
tenía que casarse con Booz. Rut 4: 13 “Booz,
pues, tomó a Rut, y ella fue su mujer; y se llegó a ella, y Jehová le dio que
concibiese y diese a luz un hijo.”
La razón por la cual ellos tenían
que casarse es que de esta unión nacería Obet y a través de él iniciaría la
descendencia hasta llegar a Jesucristo. V 17 “Y le dieron nombre las vecinas, diciendo: Le ha nacido un hijo a
Noemí; y lo llamaron Obed. Este es padre de Isaí, padre de David.”
Era bastante claro Noemí tendría
que salir de Belén para que encontrara a Rut y después regresar con ella para
que se cumpliera el propósito de Dios. Para esto fue necesario que el esposo de
Rut muriera. Rut 1: 5-6 “Y murieron
también los dos, Mahlón y Quelión, quedando así la mujer desamparada de sus dos
hijos y de su marido. 1:6 Entonces se levantó con sus nueras, y regresó
de los campos de Moab; porque oyó en el campo de Moab que Jehová había visitado
a su pueblo para darles pan”
Es interesante como Dios utiliza a
dos mujeres repudiadas para cumplir con su propósito de Salvación a través de
Jesucristo. A Rut que era Moabita y a
Rahab una mujer ramera. Mateo 1: 5-6 “Salmón
engendró de Rahab a Booz, Booz engendró de Rut a Obed, y Obed a Isaí.
1:6 Isaí engendró al rey David, y el rey David engendró a Salomón de la que fue
mujer de Urías.”
Nos
suceden experiencias vividas que por la manera en cómo nos afectan, se las
atribuimos a la buena o mala suerte, al azar, o a la casualidad. Otras decimos
que suceden porque sí, porque tenían que suceder y en otras simplemente no le
prestamos ninguna atención.
Todo lo que llega a
nuestras vidas, cada situación por la que pasamos, es por algún motivo, nada es
por obra de la casualidad. Nunca te desesperes cuando estés pasando por alguna
dificultad no le digas a Dios. ¿Por qué? Dile más bien ¿Para qué? Sería mucho
más fácil la vida si cada vez que tengamos un inconveniente le dijéramos a Dios
¿Qué quieres que haga con lo que me sucede?