Nuestro s más grandes enemigos no son los que están fuera de nosotros, nuestros más grandes enemigos están en nosotros mismos, nuestros prejuicios se pueden convertir en nuestros peores gigantes. Goliat sabía que si se enfrentaba abiertamente a los israelitas lo podían derrotar por eso no los ataco de manera inmediata y prefería debilitarlos mentalmente durante cuarenta días. V 16 “Venía, pues, aquel filisteo por la mañana y por la tarde, y así lo hizo durante cuarenta días.”
Como derrotar Gigantes.
1. No caigas en la individualidad.
V 8 “Y se paró y dio voces a los escuadrones de Israel,
diciéndoles: ¿Para qué os habéis puesto en orden de batalla? ¿No soy yo el
filisteo, y vosotros los siervos de Saúl? Escoged de entre vosotros un hombre
que venga contra mí.” si no
puedes solo únete a otros que te puedan ayudar en equipo siempre seremos
ganadores.
2. No te sientas comprometido por
decisión de otros. V 10 -11 “Y añadió el filisteo: Hoy yo he
desafiado al campamento de Israel; dadme un hombre que pelee conmigo. Oyendo
Saúl y todo Israel estas palabras del filisteo, se turbaron y tuvieron gran
miedo.” en una batalla hombre a hombre era lógico que Goliat seria
el ganador, Goliat frente a todo el pueblo saldría derrotado.
3. No te sientas inferior a los
retos de la vida. V 26 “Entonces habló David a los que
estaban junto a él, diciendo: ¿Qué harán al hombre que venciere a este
filisteo, y quitare el oprobio de Israel? Porque ¿quién es este filisteo
incircunciso, para que provoque a los escuadrones del Dios viviente?” el
sentirnos importantes y valorarnos genera en nosotros capacidad de Lucha.
4. Siempre cree que eres Capaz. V
32 “Y dijo David a Saúl: No desmaye el corazón de ninguno a
causa de él; tu siervo irá y peleará contra este filisteo.” La
seguridad a la hora de actuar genera fortaleza.
5. No te sientas inferior a los
demás o frente a lo que vas hacer. V 33 “Dijo Saúl a David: No
podrás tú ir contra aquel filisteo, para pelear con él; porque tú eres
muchacho, y él un hombre de guerra desde su juventud.” La capacidad
de lucha no está en el cuerpo, está en nuestra mente.
6. Mira los problemas como
oportunidades para lograr retos mayores. V 34-36 “David
respondió a Saúl: Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre; y cuando
venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada, salía yo tras él,
y lo hería, y lo libraba de su boca; y si se levantaba contra mí, yo le echaba
mano de la quijada, y lo hería y lo mataba. Fuese león, fuese oso, tu
siervo lo mataba; y este filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque
ha provocado al ejército del Dios viviente.” Debemos sentirnos orgullosos de
las dificultades superadas.
7. Piensa en que es Dios quien te
libra. V 37 “Añadió David: Jehová, que me ha librado de las
garras del león y de las garras del oso, él también me librará de la mano de
este filisteo. Y dijo Saúl a David: Ve, y Jehová esté contigo.” No
importa cuán grandes sean nuestros problemas con Jesucristo salimos más que
vencedores.
8. No improvises a la hora de
actuar. V 39-40 “Y ciñó David su espada sobre sus vestidos, y probó
a andar, porque nunca había hecho la prueba. Y dijo David a Saúl: Yo no puedo
andar con esto, porque nunca lo practiqué. Y David echó de sí aquellas
cosas. Y tomó su cayado en su mano, y escogió cinco piedras lisas del
arroyo, y las puso en el saco pastoril, en el zurrón que traía, y tomó su honda
en su mano, y se fue hacia el filisteo.” La preparación y el utilizar los
medios adecuados nos garantizan el triunfo.
9. No
subestimes a tus Problemas. V 42 “Y cuando el filisteo
miró y vio a David, le tuvo en poco; porque era muchacho, y rubio, y de hermoso
parecer.” El minimizar
la capacidad de nuestros enemigos hace que nos descuidemos a la hora de pelear.
10. Visiona y declara lo que
quieres conseguir. V 46 “Jehová te entregará hoy en mi mano,
y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los
filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra
sabrá que hay Dios en Israel.” Lo que tu creas que pasara con tu problema es lo que
pasara.
Los principales enemigos de
nuestros sueños y propósitos no son los demás, somos nosotros mismos, no dejes
que tus temores y prejuicios te derroten, esfuérzate, atrévete, nunca te
apartes de Jesucristo y siempre saldrás victorioso en todo lo que hagas.