Todos los cristianos siempre tenemos algo que pedirle a Jesucristo, es más muchos creemos que nuestra única función como cristianos es solo pedir todos los días por nosotros o por los demás. Tanto creemos que nuestra única función es pedir que cuando sentimos que Jesucristo no complace todos nuestros deseos, nos enojamos con el y hasta cambiamos de iglesia, creyendo que en la otra si nos van hacer el Milagro.
Que le pidamos a Jesucristo no
es malo, al igual que le pidamos algo a nuestros padres, amigos o familiares
tampoco es malo, lo malo es que en la mayoría de las ocasiones somos mal
agradecidos, tenemos una carita muy especial para pedir y una carísima muy
desagradable cuando nos van a cobrar.
Jesucristo nos recomienda
que debemos ser agradecidos por todo y con todos. 1 tesalonicenses 5: 18 “Dad gracias en todo, porque esta es la
voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.”
A Jesucristo le molesta en
gran manera que seamos desagradecidos. Lucas 17: 17 “Respondiendo Jesús, dijo: ¿No
son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están?”
las personas desagradecidas hacen que las puertas de oportunidad se les cierre.
Que debemos hacer cuando
Dios cumple con sus Promesas.
1. Reconocer el favor
recibido en Público. V 3-4 “Y volviendo el rey su rostro, bendijo a toda la congregación de
Israel: y toda la congregación de Israel estaba en pie.
6:4 Y él dijo: Bendito sea Jehová Dios de Israel,
quien con su mano ha cumplido lo que prometió con su boca a David mi padre” a
esto se le llama dar testimonio de nuestro Milagro.
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1.1. La gran mayoría de los
cristianos pedimos a los hermanos de la iglesia que oren por nosotros, pero
cuando Dios hace el milagro ya no le decimos a los hermanos lo que Cristo hiso
por nosotros.
2. Reconociendo que todo lo
que tenemos no es por nuestra fuerza, es por la misericordia de Dios. V 10 “Y Jehová ha cumplido su palabra que había
dicho, pues me levanté yo en lugar de David mi padre, y me he sentado en el
trono de Israel, como Jehová había dicho, y he edificado casa al nombre de
Jehová Dios de Israel.” Muchos cristianos cuando Jesucristo les bendice en
su empresa o en su empleo dejan de congregarse o de diezmar diciendo, es que si
no trabajo no como.
3. Exaltando la grandeza de
Dios. V 14 “Jehová Dios de Israel, no hay Dios semejante a ti en el cielo ni en la
tierra, que guardas el pacto y la misericordia con tus siervos que caminan
delante de ti de todo su corazón;” no importa si Jesucristo nos complace
o no en lo que le pedimos, siempre le demos alabar y reconocer su poderío.
4. Debemos estar seguros que
Jesucristo siempre escucha nuestra Oración. V 19 “Mas tú mirarás a la oración de tu siervo,
y a su ruego, oh Jehová Dios mío, para oir el clamor y la oración con que tu
siervo ora delante de ti.” Que Jesucristo escuche nuestra oración
no es seguridad de que el nos de todo lo que le pedimos.
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3.1. Jesucristo nos da todo lo que nos
conviene, muchas de las cosas que Jesucristo nos concede es por que pedimos
solo para nuestros deleites. Santiago 4: 3 “Pedís, y no recibís, porque pedís mal,
para gastar en vuestros deleites.”