La mayoría de las personas de éxito son aquellas que antes de emprender algún proyecto primero se asesoran de personas expertas en la materia o que hayan tenido alguna experiencia con lo que desean lograr.
Las personas de fracaso son aquellas
que creen saberlo todo y nunca piden asesoría oportuna.
No se trata tan solo de pedir
consejos, es necesario que sepamos a quien se los pedimos o a quien escuchamos.
A si como hay personas que saben lo que aconsejan y lo hacen para nuestro bien,
hay personas que no saben o que su intención es dañarnos.
Consecuencias de escuchar malos consejos.
1. Todo lo que hacemos lo hacemos
mal. V 3 “También él anduvo en los
caminos de la casa de Acab: pues su madre le aconsejaba a que actuase
impíamente.” Los malos
consejos cambian nuestra forma de actuar.
2. Produce nuestra ruina o nos
lleva al fracaso. V 4 “Hizo pues lo malo
ante los ojos de Jehová, como la casa de Acab; porque después de la muerte de
su padre, ellos le aconsejaron para su perdición.” El adagio popular dice: el que aconseja nada pierde.
3. Vivimos en discordia con todo el
mundo. V 5 “Y él anduvo en los
consejos de ellos, y fue a la guerra con Joram hijo de Acab, rey de Israel,
contra Hazael rey de Siria, a Ramot de Galaad, donde los Siros hirieron a Joram” los malos
consejeros por lo general se mueven motivados por la envidia.
4. Nos hacen daño emocional, físico
y espiritual. V 6 “Y volvió para
curarse en Jezreel de las heridas que le habían hecho en Ramot, peleando contra
Hazael rey de Siria. Y descendió Ocozías hijo de Joram, rey de Judá, para
visitar a Joram hijo de Acab, en Jezreel, porque allí estaba enfermo.” Los malos consejos nos desgastan
emocionalmente.
El no andar junto a los malvados
nos hace doblemente feliz. Salmos 1: 1
-2 “Bienaventurado el varón que no
anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de
escarnecedores se ha sentado; 1:2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia,
Y en su ley medita de día y de noche.”
5. Lo malos amigos pueden dañar
nuestras buenas costumbres. “saludar, sonreír, ser agradecidos. Etc.” 1
corintios 15: 33 “No erréis; las malas
conversaciones corrompen las buenas costumbres.”
6. Nuestra forma de ser cambia para
mal Proverbio 22: 24-25 “No te entremetas con el iracundo, Ni te acompañes con
el hombre de enojos, No sea que aprendas sus maneras, Y tomes lazo para tu alma” los seres
humanos somos influenciables, por lo general siempre aprendemos lo malo con mas
facilidad.
Como actuar frente a los Malos
Consejos.
1. Siendo ejemplo para los Demas.
Tito 2: 6-8 “Exhorta asimismo a los
jóvenes a que sean prudentes; 2:7 presentándote tú en todo como ejemplo de
buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, 2:8 palabra sana
e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo
que decir de vosotros.” Nuestro ejemplo puede hacer que
otros nos sigan y no acepten malos consejos.
2. Actuando con astucia frente a
quienes dicen ser nuestros Amigos. Salmos 64: 2 “Escóndeme del consejo secreto de los malignos, De la
conspiración de los que hacen iniquidad,” no todos los que están a nuestro
lado son verdaderos amigos.
3. Atrévete a decir no a los
consejos de los malvados. Hechos 4: 19-20 “Más
Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad si es justo delante de Dios
obedecer a vosotros antes que a Dios;
4:20 porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.” El aceptar
malos consejos es nuestra decisión.
Los malos consejos traen
consecuencias desagradables para nosotros y para los demás y sobre todo para
los que más amamos. 2 Samuel 13: 5 ,14 “Y
Jonadab le dijo: Acuéstate en tu cama, y finge que estás enfermo; y cuando tu
padre viniere a visitarte, dile: Te ruego que venga mi hermana Tamar, para que
me dé de comer, y prepare delante de mí alguna vianda, para que al verla yo la
coma de su mano; Mas él no la quiso oír, sino que pudiendo más que ella, la
forzó, y se acostó con ella”
Muchas de las personas que están a
nuestro lado posiblemente solo están motivadas por el interés, algunos solo estarán
algún tiempo esperando vernos caer, solo la sabiduría de Dios nos puede librar
de ellos.