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2 crónicas 9. Buscando a Jesucristo

 

La historia bíblica nos cuenta como una mujer muy importa, una reina al enterarse de las maravillas que se hablaban de salón, tomo la decisión de ir a buscarlo. V 1 “Oyendo la reina de Sabá la fama que Salomón había alcanzado por el nombre de Jehová, vino a probarle con preguntas difíciles.

La reina estaba dispuesta a incomodarse para ir a verlo, viajaría desde un lugar muy lejano, el deseo de conocerlo era tan grande que la distancia no importaba.

La reina no solo estaría dispuesta a desacomodarse viajando desde muy lejos también sabía que debía honrar al Rey. V 2 “Y vino a Jerusalén con un séquito muy grande, con camellos cargados de especias, y oro en gran abundancia, y piedras preciosas; y cuando vino a Salomón, le expuso todo lo que en su corazón tenía.

Nosotros también hemos oído que Jesucristo ha hecho muchos milagros que ha sanado y restaurado muchas vidas.

Ella necesitaba que salomón le resolviera algunas preguntas que para ella eran difíciles y que a lo mejor consideraba que no tenían respuesta.

Salomón le contesto todas sus preguntas. V 3 “Y Salomón le contestó todas sus preguntas, y nada hubo que el rey no le contestase.” Jesucristo también tiene la respuesta a cada una de nuestras necesidades.

A Jesucristo le molesta que la mayoría del cristianismo moderno sea tan acomodado y que le cueste buscarlo. Jesús es mayor que Salomón. Mateo 12: 42 “La reina del Sur se levantará en el juicio con esta generación, y la condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más que Salomón en este lugar.

Jehová quiere un pueblo que lo busque por amor a él, no por amor a sus milagros, los cristianos acomodados cambian de iglesia cada vez que cambian de barrio, siempre buscan una congregación que les quede más cerca.

Jehová también quiere que nos presentemos delante de él, pero no con las manos vacías. Deuteronomio 16: 16 “Tres veces cada año aparecerá todo varón tuyo delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere: en la fiesta solemne de los panes sin levadura, y en la fiesta solemne de las semanas, y en la fiesta solemne de los tabernáculos. Y ninguno se presentará delante de Jehová con las manos vacías;

La mejor forma de no presentarnos con las manos vacías es cuando nos entregamos a él en sacrificio vivo. Romanos 12: 1 “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.” Lógicamente que nos presentemos como sacrificios vivos no quiere decir que no debemos ofrendar o colaborar en la obra con nuestros recursos económicos.

 Salomón dio a la reina mucho más de lo que ella le llevo. V 13 “Y el rey Salomón dio a la reina de Sabá todo lo que ella quiso, y todo lo que pidió, además de lo que Salomón le dio. Y ella se volvió, y se fue a su tierra con sus criados.

Jesucristo nos da mucho más de lo que nosotros hacemos por su obra. Los diezmos, ofrendas y primicias que damos son devueltas cien veces más. Mateo 19: 29 “Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna.” lo que Dios nos devuelve no necesariamente es de manera material, lo recibimos en bienestar en nuestra familia en paz y gozo en nuestra alma.

Lo único que debemos hacer es dejar la pereza y buscarlo en el templo.  Hebreos 10: 25 “no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.

Date una oportunidad con Jesucristo no es suficiente con saber de Dios solo por referencia de otros. Anímate y conoce a Jesucristo de manera personal. Lo que le habían contado a la reina no era nada comparado con lo que ella vivió cuando tomó la decisión de ir a ver al rey. Nuestro rey es mucho más grande que Salomón. V 6-7 “Y dijo al rey: Verdad es lo que oí en mi tierra de tus cosas y de tu sabiduría; 10:7 pero yo no lo creía, hasta que he venido, y mis ojos han visto que ni aun se me dijo la mitad; es mayor tu sabiduría y bien, que la fama que yo había oído.

Los que sirven a Jesucristo siempre tendrán la bendición de estar a su lado y disfrutar de su presencia maravillosa. Su presencia está acompañada de su palabra maravillosa, palabra de Sabiduría. Su presencia es lo que sana o hace milagros. V 8 “Bienaventurados tus hombres, dichosos estos tus siervos, que están continuamente delante de ti, y oyen tu sabiduría

Si la reina de Saba dejo sus tierras y se dispuso a viajar muy lejos para conocer a l rey. Porque tú te dejas doblegar por el frio, el calor o simplemente la pereza. Nunca dejes de congregarte como algunos tienen por costumbre. Busca siempre a Jesucristo él tiene la respuesta a tu necesidad.