Cuando tomamos la decisión de escoger una pareja lo que en realidad estamos haciendo es uniendo nuestra vida a la vida de otra persona.
Esa persona pasa a ser nuestra compañía,
en nuestro largo camino que es el matrimonio.
Lo ideal es que esa compañía nos
haga más ameno, más fácil, nos proteja y nos ayude en nuestro transitar por la
vida.
La mayoría de los seres humanos
tenemos metas, sueños o propósitos que luchamos por alcanzar y para que esto
sea una realidad es necesario que tengamos una buena compañía.
El pueblo de Dios tenía malas compañías
a las cuales no quería renunciar 1 “Acabadas estas cosas, los príncipes vinieron a mí,
diciendo: El pueblo de Israel y los sacerdotes y levitas no se han separado de
los pueblos de las tierras, de los cananeos, heteos, ferezeos, jebuseos,
amonitas, moabitas, egipcios y amorreos, y hacen conforme a sus abominaciones”
Muchas personas después de luchar
por mucho tiempo por una relación, por una empresa o por una profesión lastimosamente
el relacionarse con malas amistades los han llevado al fracaso.
Porque debemos cuidarnos de las malas Compañías.
1. Es un mandato de Dios. 2 corintios
6: 14 “No os unáis en yugo
desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la
injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?” las
personas que se unen a nosotros y no comparten nuestra visión tratan de
imponernos su visión y en ese momento se convierte en División: división
significa dos visiones.
2. En Lo Espiritual nos inducen a
renegar de nuestra propia creencia para aceptar la creencia de ellos. 1 Reyes
11: 1-2 “Pero
el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras;
a las de Moab, a las de Amón, a las de Edom, a las de Sidón, y a las
heteas; gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No
os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros; porque ciertamente harán
inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A éstas, pues, se juntó Salomón
con amor.”
3. En lo secular nunca nos podremos
poner de acuerdo en lo que queremos lograr y esto terminara deteniéndonos y
sobre todo siempre estaremos en contienda con los demás. Amos 3: 3 “¿Andarán dos
juntos, si no estuvieren de acuerdo?”
Como tener buenas Compañías
1. Teniendo un Propósito
Claro. 1 corintios 9: 26 “Así que, yo de esta
manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea
el aire” si nosotros sabemos que es lo que queremos alcanzar nos
será más fácil buscar personas que compartan nuestra misma visión. Si tú no
sabes que es lo que quieres o para dónde vas no podrás escoger personas con
quien transitar el camino de lo que quieres lograr.
2. Conociendo nuestras fortalezas.
Es necesario tener muy en cuanta de que somos capaces de hacer de esta forma
podremos asumir retos o compromisos que nos permitan avanzar. Josué 14: 11 – 12
“Todavía estoy tan
fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es
ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar. Dame, pues,
ahora este monte, del cual habló Jehová aquel día; porque tú oíste en aquel día
que los anaceos están allí, y que hay ciudades grandes y fortificadas. Quizá
Jehová estará conmigo, y los echaré, como Jehová ha dicho.” Caleb no
se sentía deprimido por su edad, por lo contrario, creía que todavía era útil y
que podía luchar.
3. Conociendo las fortalezas de los
demás. Si sabemos de qué son capaces las personas que están a nuestro lado nos
será más fácil juntarnos a ellos para que nos ayuden a lograr lo que nos hemos
propuesto. Muchas personas quieren ayudarnos, pero no pueden hacerlo ya que no
tienen ningún conocimiento ni capacidad sobre lo que queremos lograr. 2 Timoteo
2: 2 “Lo que has oído de mí
ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para
enseñar también a otros.”
4. Conociendo nuestras debilidades.
Es necesario que sepamos qué cosas no podemos hacer para escoger a las personas
que puedan ser nuestro complemento. No todo lo podemos hacer hay personas que
nos pueden ayudar a lograr lo que queremos.
Reconocer nuestras limitaciones no
nos convierte en cobardes, conocer nuestras limitaciones hace que busquemos
ayuda, que nos capacitemos o que le imprimamos más esfuerzo que el
acostumbrado. Josué 1: 6 “Esfuérzate y sé
valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual
juré a sus padres que la daría a ellos”
Una mala compañía es un yugo
desigual tarde o temprano terminan convirtiéndose en estorbo para nuestros
proyectos de vida y esto hace que nuestra vida se convierta en un infierno.